Carta a mi hijo
En23 marzo, 2019 | 0 comentarios | Esparcimiento | Etiquetas: ,

Desde el primer instante que te vi supe que sería un camino lleno de amor, pero nada fácil. Tu presencia ilumina mi vida y me inspira a seguir adelante con paso firme, pese a todo lo que conlleva partir mi existencia en diversas empresas… Madre, hija, esposa, hermana, amiga, profesional, compañera, mujer, en fin, todo lo que puede definirte como humano.

Antes de tu llegada había trazado una ruta profesional y personal. En mi cabeza revoloteaban mil cosas sobre lo que haría una vez que terminara mis estudios de doctorado y… Sí, tu bella presencia entró a mi vida cuando estaba concluyendo mi formación profesional.  Rodeada del ambiente que me ofrecía el sistema hospitalario de “La France” viví el maravilloso proceso de reconocerte desde que tenías la apariencia de una pequeña habichuela… Créeme pequeño, que nunca será lo mismo observar el embarazo de alguien que sentirlo día a día.

Cuando los meses fueron pasando me percataba de la aparición de tu pequeña cabeza, tu tórax, tus manos y tus brazos. Cada vez que escuchaba los pequeños latidos de tu gran corazón tenía la certeza de que te convertirías en una persona extraordinaria. Hoy día, puedo decirte que no me he equivocado, porque eres un ser maravilloso.

Cada mes de espera fue imprescindible para responder a muchas de las interrogantes que comenzaron a flotar alrededor de tu padre y mío… ¿Cómo viviríamos mi embarazo? ¿Qué nombre te pondríamos? ¿Cómo nos apoyaríamos para vivir este maravilloso proceso estando nosotros lejos de nuestras familias? ¿Cuántas cosas deberíamos aprender para lograr llevarte a buen puerto?

Finalmente, un frío día del mes de enero en la «Maternité Port-Royal«, te tomé por primera vez en mis brazos y muchos de mis miedos se fueron disipando. Hoy estamos a varias primaveras de tu nacimiento y pienso igual que ese bendito día en que te vi por primera vez. Doy gracias al cielo por tenerte a mi lado y seguiré creciendo contigo. No soy perfecta, pero… ¡En este mundo nada es perfecto! ¡Hasta la belleza tiene imperfecciones! Así que seguiré experimentando la vida contigo, por eso tendré aciertos y también cometeré errores, y espero que algún día comprendas que mi único propósito es conducirte hacia una vida plena. Yo por ahora te enseñaré a sembrar y tú con tu empeño, mañana cosecharás. Tu camino no estará libre de contrariedades, no obstante, son estos obstáculos los que le darán sabor a tu existencia. Por eso no te agobies ni lances preguntas que ni tú ni yo podremos responder ahora.

Los dos hemos grabado una huella profunda que marca nuestros espíritus y nuestro paso por esta vida. Ni tu podrás borrar mi rastro ni yo podré olvidar el tuyo, porque ambas impresiones se tallaron desde el momento en que fuiste concebido.

Aunque parezca ausente, yo siempre seré presencia constante en ti y aunque algún día, tú abrirás tus alas y volarás, continuará tu esencia en mí. Te amo profundamente y este amor te acompañará eternamente. Continuaré haciendo mi mejor esfuerzo para que nunca dejes de cultivar tu mente inquieta y persistente en penetrar los diversos rincones del conocimiento, y dejar que tu espíritu crezca y fluya hacia nobles ideales.

Nuca olvides la lealtad contigo mismo y con la gente que confía en ti. Persiste congruente con tus principios y sentimientos porque ellos te llevarán por buen camino. Fíate de la bondad de los demás porque eso te permitirá crecer como ser humano. Olvida rencores y aprende a perdonar porque eso te dará paz. Lee y escribe incansablemente porque eso evitará que tu existencia quede reducida a la nada. Ama y permite que te amen porque esto te permitirá generar raíces, necesarias para reconocerte a ti mismo y aceptar a los demás. Evita pasar los días indolente, encerrado en casa frente a un computador o a tu teléfono celular, porque así conseguirás amistades que florecerán y perdurarán en tu vida. No malgastes, pero tampoco te conviertas en un tacaño, administra sabiamente lo que generes como producto de tu trabajo y esfuerzo.

Y lo más importante, nunca olvides tu origen porque esto te prevendrá de sentirte perdido y sin rumbo fijo.

Con amor y profunda admiración. Tu mamá

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