Armonía
En24 marzo, 2021 | 0 comentarios | Sin categoría |

Me di la vuelta y observé a un niño que corría detrás de mí reclamando mi atención.

—Se te ha caído esto. —Abrió sus pequeñas manos y en sus palmas quedaron expuestas unas cuantas decenas de plumas blancas apelmazadas en un ovillo.

—¿Cómo sabes que son mías? —pregunté.

—Porque las he ido recogiendo, caminando a tus espaldas. Parecías un poco despistada. Supuse que las necesitarías, ¿cómo si no podrías volar sin ellas?

—¿Eres real? —le dije sin rodeos ante lo extraño de la situación.

—¡Qué importa eso! No intentes buscar un sentido lógico tras cada suceso y cada choque, jamás lo conseguirás. La pregunta es: ¿son reales tus alas?

Y sin más, alzó los brazos hasta la altura de su boca y mediante un fuerte soplido hizo volar todas las plumas. Una espiral de dientes de león y libélulas brillantes se dispersó como confeti, y tras él, como en un truco de magia, también desapareció mi pequeño interlocutor.

Lo busqué por unos instantes entre la gente, pero no quedaba ni rastro de él por ninguna parte. Tampoco pude encontrar en la arena ni una sola de las plumas que había venido a entregarme.

Así que recordé sus palabras: «¿Son reales tus alas?».

Dejar una respuesta

  • Más artículos