Fotografía de 28 Lunas que acompaña al relato «La habitación de los gatos».
¡Por fin ha llegado el día de mi presentación!
Estoy viviendo un sueño que se ha hecho realidad. No os podéis imaginar lo emocionada y nerviosa que me siento, así que espero que os pueda transmitir a través de mis palabras, la alegría que me invade en este momento. Estoy en una nube celestial desde que me atreví a enviar en octubre del año pasado una recopilación de mis poemas y relatos cortos a Letrame Editorial y ellos dijeron que lo publicaban.
Todos los que hemos escrito un libro por primera vez, hemos sentido esta sensación rara de dar a conocer a «tú bebé» al mundo. Soy madre literaria primeriza, así que espero que mi primera entrada de mi blog, esté a la altura de las circunstancias.
Me llamo Yolanda López, escribo poesía y relato corto y soy abogada desde el año 93. Escribir es mi pasión, lo llevo haciendo desde la adolescencia, desde entonces es mi medio de expresión favorito y más íntimo. El lugar donde me atrevo a contar todo lo que siento, mi rincón preferido, donde dejo volar libremente mi imaginación. Así que mis comienzos en la escritura, han tenido su parte terapéutica, que siempre estará presente, porque escribir es una forma de sanación.
Sacar las emociones hacia fuera y ahora además compartirlas con el mundo.
Las letras han sido siempre mi forma de decir lo que no sabía de otra manera. Lo han sido durante toda mi carrera profesional como abogada y lo son ahora como escritora. Ya sabéis que en el mundo jurídico la redacción de la demanda tiene una estructura: hechos, un desarrollo jurídico y unas conclusiones. Ya veis el paralelismo que existe entre mundo jurídico y literario. En los relatos y novelas existe otra estructura similar: plantamiento, donde se presentan los personajes y el conflicto principal, nudo o desarrollo y desenlace. Al final todo tiene un por qué, una conexión invisible. Quería escribir desde siempre y el derecho fue mi primer canal.
Me siento mucho mejor en el medio escrito, redactando todos los escritos jurídicos habidos y por haber, que hablando frente al estrado en los Tribunales. Las miles de demandas que he redactado tenían que ser perfectas, las he repasado y mejorado una y otra vez, hasta que ya no quedaba otra que presentarla, si no quería que venciera el plazo.
Ya sabéis, la maldición de los perfeccionistas.
Pertenecer al club de escritura FuenteTaja https://clubdeescritura.com/ es todo un privilegio para mi. Llevo diez años participando en sus convocatorias, sobre todo relato corto, poesía y haiku, donde he aprendido mucho sobre escritura.
Desde hace dos años escribo regularmente,
a diario.
Escribiendo se me pasan las horas volando, me siento tan concentrada, que
se detiene el tiempo. No escribir un día, es la excepción. Necesito escribir y si no lo hago, es como si me faltase algo.
Así que la escritura continúa siendo mi medio de expresión preferido. Contar historias es mi pasión. Antes solo dejaba volar mi imaginación y con ellas también volaban todas las historias que me brotaban. Esto ya no me sucede, tengo una rutina de trabajo diaria, una planificación de ideas y de contenidos, así como unos objetivos marcados. Solo hay una excepción:
Cuando escribo poesía no planifico nada, es pura inspiración.
Un resorte invisible hace encender la inspiración: un recuerdo del pasado al mirar la luna, algo que has percibido paseando por el bosque, el sonido de las olas a la orilla del mar, una emoción profunda de un ser querido. En resumen, lo que nos mueve en el mundo, es sobre lo que nos gusta escribir. Los poemas nacidos de la más pura inspiración, necesitan dejarlos reposar un poco de tiempo, después unos pocos retoques y ya está.
He vuelto a elegir para esta primera aparición, dos de las fotografías que hice hace dos años en el Parque Natural de Calblanque (Cabo de Palos) Cartagena. La fotografía, es otra de mis formas de expresión favoritas donde, como en la escritura, puedo pasarme horas absorta, perdiendo totalmente la noción del tiempo.
Fotografía de 28 Lunas que acompaña al microrrelato «Soy carne y besos».
Como me sucederá muchas veces, para el primer post de mi blog he seleccionado dos fotografías con un paisaje marino, que forman parte de 28 Lunas. La primera acompaña al relato corto «La habitación de los gatos» y la segunda pertenece al microrrelato titulado «Soy carne y besos». El mar me inspira inundando mis pensamientos de oleadas de letras. Mi emociones fluyen de una manera especial en este medio, que es donde mejor me muevo. No importa que esté cerca o lejos, me puedo conectar con él desde cualquier lugar.
Vuelvo a la salinidad del seno materno, que tiene una composición muy parecida al agua del mar y ya estoy conectada.
Me encantaría que las emociones contenidas en mi primer hijo literario, 28 Lunas, tanto sus palabras con forma de poemas y relatos cortos, como sus 28 fotografías, puedan conectar con muchos de vosotros, que mis letras os lleguen dentro, ya que han salido de un mismo corazón humano, que siente como el vuestro.
Un último favor, escribirme para preguntar, curiosear, para saber más o por es solo placer de saludarme. ¡Estaré encantada de que entréis en mi mundo literario!
¡Gracias mil por seguirme y leerme!
