ESPECIAL HALLOWEEN 2021: LA HISTORIA DE MICHAEL Y ALICE
En20 octubre, 2021 | 0 comentarios | Sin categoría |

Con la llegada de Halloween, los espíritus traspasan la frontera de la dimensión desconocida para llegar hasta el mundo de los vivos.

La celebración de esta fiesta, tal y como hoy la conocemos, tiene su origen en antiguas leyendas y supersticiones-sobre todo celtas- que bañaron la Península Ibérica, Francia y Gran Bretaña siglos antes de que América fuera colonizada. Con esto que te estoy diciendo, quizás, pienses que en Estados Unidos, la tierra del Tio Sam, todas las leyendas fueron exportadas y muy pocas inventadas. Nada más lejos de la realidad. Desde la época colonial, historias como las de Roanoke han permanecido en la psicología de los habitantes de América del Norte. Hoy, os traigo una historia, un tanto peculiar, sobre uno de los puntos más conflictivos y malditos de los Estados Unidos de América “El Kilómetro 666”

LA HISTORIA DE MICHAEL Y ALICE

Michael y Alice recorrían en un viejo coche de color granate los antiguos territorios de la conocida como Nación Navajo. Escuchaban las pocas canciones que podían sintonizar desde la radio del vehículo a la espera de encontrar una gasolinera o estación de servicio en la que poder repostar y descansar. El Sol iluminaba aquella carretera y aunque Alice llevaba desabrochada su blusa dejando ver su sujetador de color negro, Michael apenas la miraba. Ella estaba deseando de acostarse con su amigo pero él estaba concentrado en la carretera. Su mirada, aunque tapada por las gafas de sol, era un poco extraña. Recorrían, en solitario, los poco transitados kilómetros que unían los Estados del Suroeste de América: Utah, Nuevo México, Arizona y Colorado.

Cartel de la Ruta 666

Alice, aburrida de escuchar a medias las canciones, abrió la guantera de ese coche alquilado y, junto con un mapa lleno de polvo, se encontró una vieja carpeta azul que contenía un misterioso libro de tapa dura y color marrón. En su título se podía leer “Las verdades historias de la Ruta 666”. Alice, sabedora del gusto de su amigo por el terror y las leyendas sobrenaturales, abrió el libro y comenzó a leer los más de veinte relatos que formaban parte de aquella antología, de autor anónimo. El primero de ellos narraba la historia de un joven militar, de apenas 23 años, que regresaba a su casa después de un largo período en la academia militar. Aunque había pasado ya varias décadas cerca quedaba la realidad de las guerras que su nación había ganado en el siglo XX. Nunca sabía si él tendría que ser veterano de guerra o si acabaría destinado en algún lugar de Oriente Medio, pero lo que no sabía es que le quedaban tan solo 24 horas de vida. Cuando empezaba a anochecer, y sin encontrar una estación de servicio o un motel de carretera donde descansar, decidió salir de esa carretera y adentrarse unos metros en el desierto con el objetivo de echar una cabezadita y terminar su viaje al día siguiente. Mientras dormía en el asiento trasero de su vehículo descubrió que alguien le estaba observando. Sobresaltado, se levantó para descubrir que, frente a él se encontraba un hombre, vestido de negro cuyos pies levitaban por el suelo. De un salto, se dirigió al asiento del conductor para encender su coche y, con una maniobra, salir corriendo por el desierto hasta llegar a la carretera. Cuando llevaba unos 10 minutos conduciendo por esa carretera, el joven militar miró por el espejo retrovisor para ver si ese monstruo le perseguía, sin darse cuenta de que, en ese momento había una curva muy peligrosa. El joven militar chocó esa misma noche y, después de dos horas de agonía, falleció mientras veía, con su último aliento, la imagen de ese ser demoníaco. Si bien, su alma quedaría en esa carretera para siempre.

Alice continuó leyendo hasta que, sin darse cuenta, descubrió que estaba anocheciendo. Cerró el libro y preguntó a Michael sobre descansar un poco. Él, con aire serio y voz profunda tan solo dijo una frase:

-No Alice, todavía tienes que contar nuestra historia.

Michael se retiró las gafas de sol para descubrir que sus ojos se habían transformado en dos bolas negras. Ella, profiriendo un grito salió corriendo, con el libro entre sus manos, de ese coche. Él, por el contrario, se dirigió hasta la parte de atrás del coche, cogió una escopeta de caza y pegó un certero disparo a su amiga quien cayó al suelo. Mientras Michael llegaba hasta donde estaba ella, Alice pudo ver que en la última página del libro, con letras rojas, se escribía un nuevo relato que llevaba por nombre “La Historia de Michael y Alice”. Fue lo último que vio antes de que su amigo volara su cabeza, minutos antes de suicidarse, por mandato de una sombra negra.

Esta puede ser una de muchas historias de las que circulan sobre la Ruta 666. Pero lo cierto es que las historias sobre avistamientos de coches fantasmas, las supersticiones de esa carretera, los hechos insólitos que se han desarrollado y las continuas llamadas de auxilio a las autoridades, llevaron a la Administración Federal a renombrar esa carretera en 2003 por Ruta 491.

Espero, querido lector y querida lectora, que te haya gustado esta pequeña interpretación que he hecho de una de las leyendas más conocidas de los Estados Unidos de América. Pero no queda aquí la cosa, en unos pocos días en mi canal de youtube de “Historias de las 3:33” estará disponible un nuevo episodio de terror del videoblog “EL HOMBRE DE OJOS ROJOS” y que tendrá como protagonista un hecho real. Hasta entonces…

¡Felices Pesadillas!

 

 

 

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