Para los japoneses la muerte es algo que existe en su cultura desde la creación. Según la mitología japonesa, en el origen de la tierra existían dos dioses: Izanami, que murió después de dar a luz al Dios del fuego, y su esposo , Izanagi, que recorrió el mundo de los muertos en busca de su mujer. Pero no lo consiguió. Izanami, enfadada porque su marido no había cumplido su promesa de devolverla a la vida, prometió que cada día mataría a 1000 humanos. En contraprestación, Ianagi, daría la vida a 1500.

                Desde entonces, la lucha entre la vida y la muerte han formado parte de una manera muy especial en la tierra del sol naciente. Con el paso del tiempo, y la evolución de los mitos y las leyendas, muchas historias originales se han ido transformando: algunas en algo bonito y otras, sin embargo, en algo absolutamente macabro.

¿Rojo o azul?, pregunta Aka Manto.

Eso fue lo que debió pensar un niño que tuvo la mala suerte de encontrarse con Izanami antes de tiempo. Aquí os dejo un pequeño cuento de terror en el que he querido juntar varias leyendas japonesas. 

ROJO O AZUL

Hiroyuki es un niño de 8 años. Como cada mañana se dirige a la escuela, recorriendo las calles de su poblado. Al contrario de lo que ocurre con sus primos, que viven en una gran ciudad, su vida transcurre en una aldea, situada en la prefectura de Nagano, rodeada entre las montañas de lo que se conocen como los Alpes Japoneses.  Aquella mañana hacia más frío de lo normal, por eso no se sorprendió al ver, al final de la calle que unía su colegio con su hogar, a una chica con mascarilla en su boca. Entonces el se dio cuenta de que no la llevaba puesta, y si llega al colegio con su boca descubierta no podría entrar. Su clase ese día día tienen excursión. Irían, en autobus, hasta el parque de Jigokudani, que estaba situado en la vecina ciudad de Yamanouchi.

    Mientras pensaba en todo esto, se dio cuenta de que aquella chica que había visto al final de la calle se acercaba hacía él. Se paró a escasos metros de donde se encontraba y con una voz ronca preguntó:

  -¿Soy bella?

Kuchisake-Onna

Hiroyuki, sin entender muy bien la pregunta, pero fascinado por su mirada, contestó afirmativamente. Craso error. La mujer se quitó la mascarilla dejando ver el interior de su boca ya que su cara estaba completamente cortada hasta las orejas. Inmóvil, quería salir corriendo de allí. Pero no pudo. Tan solo pude decir <<no>>. La muchacha sacó unas tijeras que clavó en el cuello de aquel pequeño, quien se desangró en pocos  minutos delante de ella.

  Despertó sobresaltado. Había tenido una pesadilla. Entonces se dio cuenta de que se encontraba en un hospital. Lo último que recuerda es subir al autobús. Durante el trayecto, su profesor empezó a contar historias de terror. Uno de sus mejores amigos le pidió que parase, que estaba empezando a tener miedo. Estaba contando una historia macabra, que a todos les producía bastante pavor. Su profesor no cesó. Parecía que estaba loco. Lo siguiente que recuerda es escuchar un pitido, tener un accidente y despertar en esa sala del hospital. La pesadilla, la cara de aquella muchacha y la situación de darse cuenta de que estaba solo en un centro médico habían provocado en él  un fuerte dolor de barriga. Salió de su habitación y se dirigió hasta el cuarto de baño. A la vez que se encontraba sentado en la taza del váter   escuchó como alguien más entraba y, su sombra, se paraba delante de su puerta. Una mujer, con una dulce voz preguntó:
                -¿Quieres papel rojo o azul?

  El pequeño Hiroyuki, con mucho miedo, respondió que ya tenía papel y que no quería más. La sombra dándose la

Teke Teke

vuelta salió de ese cuarto de baño y cerró la puerta tras de sí, haciendo un fuerte ruido. Con preocupación, y bastante miedo, el pequeño de 8 años salió de allí, corriendo, hasta su habitación. Cuando se encontraba a mitad del camino escuchó detrás de él un extraño ruido que se asemejaba a teke, teke. Corrió hasta su habitación, lo más rápido que podía, queriendo meterse en la cama y llamar a alguna enfermera. Pero no le dio tiempo. Justo cuando su mano rozaba el picaporte de la entrada, una niña sin piernas apareció detrás de él, cortando a la mitad a Hiroyuki

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Espero, queridos amigos, que este pequeño cuento de terror os haya gustado. En él he querido incluir cuatro leyendas macabras japonesas: Kuchisake-Onna, una mujer cuya cara fue cortada por su marido en un ataque de celos y que, en venganza  regresa al mundo de los vivos en forma de entidad maligna; Teke Teke, una niña que murió porque alguien la empujó a las vías de tren, perdiendo sus miembros inferiores; Aka Manto, una extraña demonio que se presenta cuando estas en el cuarto de baño y la escalofriante historia de Gozu o Cabeza de Vaca.

No olvidéis que en breve subiremos al canal de youtube un nuevo capitulo del Videoblog “El Hombre de Ojos Rojos”, esta vez dedicado a una leyenda de los Emiratos Árabes Unidos. Hasta entonces, Felices Pesadillas.