LA VISITA AL GRANERO PROHIBIDO
En29 diciembre, 2021 | 0 comentarios | Sin categoría |

Llega la Navidad. Aunque esta fiesta es de reuniones familiares –algo que parece que hemos conseguido pese a la pandemia que atravesamos- existen varias historias en las que se demuestran que estos encuentros nunca acaban como deberían. Algo parecido a esto debieron de pensar los habitantes de Germanton, en el estado de Carolina del Norte, en Estados Unidos, quienes vivieron en la navidad de 1929 uno de los peores episodios de su historia.

El granero de Los Lawson

Hoy, os traigo un relato basado en una historia real. Aunque lo que os voy a contar tiene algo de ficción, o a lo mejor no, tiene su origen en uno de los asesinatos que más conmocionó a la sociedad americana, tanto por su brutalidad como por su contexto. En  diciembre de 1929, Charles Davis Lawson asesinó a su mujer y a sus hijos, para después quitarse su vida. Tan solo sobrevivió un miembro de la familia, Arthur de 16 años. Por eso, aprovechando que es navidad he querido dedicaros este pequeño cuento que he titulado

LA VISITA AL GRANERO PROHIBIDO

Andrea y Davis eran una pareja de jóvenes enamorados. Andrea, de nacionalidad española, llegó a Estados Unidos para finalizar sus estudios de derecho. Durante sus meses de estudiante conoció a Davis, el hijo de un empresario americano, de quien se enamoró. Todo parecía funcionar genial. Andrea se licenció y comenzó a trabajar en la empresa de su suegro, junto a su novio. Una tarde de diciembre, mientras aprovechaban un viaje de fin de semana, llegaron a una ciudad llamada Germanton. Mientras hacían turismo local, decidieron adentrarse en uno de los muchos bosques que había allí. Entre la maleza, vislumbraron una luz. Se trataba de un granero. Según pudieron descubrir, en esa estancia se había estado trabajando el tabaco, una de las fuentes económicas más importantes de una familia, los Lawson. Andrea, movida por la curiosidad decidió entrar. Pero fue un gran error

Mientras investigaba el granero, que no tenía absolutamente nada más que tierra y algun que otro animal moribundo, pudo ver, al fondo una sombra que se movía. Al darse la vuelta para avisar a su novio Davis, se dio cuenta de que algo iba mal. Pues él no estaba allí. Pensando que se trataba de una de las muchas bromas que le gastaba su pareja, decidió seguirle el juego y adentrarse en el interior del granero. Al llegar hacia la mitad, la puerta del granero se cerró de golpe, y entonces lo escuchó: el llanto de una niña pequeña. Nada más llegar hasta allí, pudo ver a una niña escondida. Tendría apenas unos 10 años y estaba malherida. Se acercó hasta ella, sacó su teléfono móvil para pedir ayuda pero descubrió que no tenía cobertura. Decidió salir de ese granero, buscar a Davis, llamar por teléfono a urgencias y pedir ayuda. Pero algo se lo impidió. Detrás de ella, se encontraba su pareja, quien tenía una escopeta en su mano. Pero su semblante no era el mismo. Cara desdibujada, sonrisa macabra, tez pálida y una voz ronca que no era la suya.

-No toques a mi hermana. Ella ya está muerta.

Andrea se dio la vuelta para descubrir que allí no había nada. Davis rio, apuntó con su escopeta a su pareja y disparó.

Meses después, durante el interrogatorio, Davis dijo no recordar nada de aquello. Su memoria se borra al entrar en el granero y escuchar la voz de un chico, como de 16 años, pidiendo que proteja a su hermana. Fue condenado a muerte.

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