Prologando DRAMADEPENDENCIA
En12 mayo, 2021 | 0 comentarios | Sin categoría |

A modo de recensión o reseña, y para invitar a su lectura, quiero recoger en este blog el prólogo que escribí para «Dramadependencia. El teatro, clave de nuestra comunicación«, libro publicado este mismo mes, cuyo autor es Alfonso Ramírez de Arellano. Mis mejores deseos para este proyecto y  para su autor.   

«Mirar los acontecimientos humanos desde ópticas diferentes enriquece exponencialmente la capacidad para penetrar en los entresijos de las relaciones humanas, en sus formas de expresión y en los métodos para mejorarlas. El trabajo realizado por Alfonso Ramírez de Arellano es un ejemplo notorio con el que sustentar esta premisa.

Debo advertir que un boceto inicial de lo que este libro recoge tuve la ocasión de conocerlo y disfrutarlo, a través de un artículo publicado por el autor en el año 1997, en el número 2 de la revista Systémica, que a la sazón yo dirigía, y que apareció bajo el título Drogodrama y Dramadependencia. Es un placer y un regalo poder releer la propuesta de Alfonso Ramírez, madurada, ampliada y enriquecida después de haber transcurrido algo más de veinte años.

Es necesario precisar que no soy dramaturgo ni actor, mi trabajo y mi visión de lo relacional está modelado y sesgado por mi desempeño laboral como psicoterapeuta sistémico en la atención a pacientes o como docente en terapia familiar e intervenciones sistémicas en diferentes contextos profesionales (educación, servicios sociales, desempleo), pero quiero reseñar ante todo que coincido plenamente con los planteamientos del autor, aplaudiendo su arrojo por atreverse a rebasar las fronteras de lo formal en las propuestas que nos presenta en este ensayo.

La percepción de las relaciones y de los conflictos concomitantes entre las personas, se enriquece desde la perspectiva de la dramática de la comunicación humana que propone Alfonso Ramírez. Como bien señala, la comunicación es una construcción colectiva que afecta a quienes participan en ella, convirtiéndose así en algo más que la mera suma de las acciones y mensajes de las personas que la representan. Se genera una entidad independiente, cercana al concepto de terceridad que propone el psicoanálisis, es decir, que toda interacción humana recrea un tercero que habita a quienes participan de ella, los nombra y les otorga identidad. Se convierte pues en una entidad independiente que influye en sus propios creadores.

De ahí que se nos hable del arte dramático, por ejemplo, como medio a través del cual podemos contemplar las relaciones terapeuta-paciente ya que tanto en la terapia como en el arte se produce una reelaboración de las diferentes visiones e interpretaciones de la vida y de la historia, facilitado la emergencia de nuevas formas, libres de las antiguas restricciones.

En el texto se entremezclan continuamente referencias al teatro, a la psicoterapia y a la comunicación, a través de saltos paralelos con los que vestir esta propuesta plena de sugerencias filosóficas, epistemológicas y artísticas. Se propone así un multiverso teórico donde las diversas realidades se encuentran y danzan entre sí produciendo efectos y ecos nuevos, plenos de sugestivas alternativas.

El autor defiende la definición del hombre como mono gramático, mono narrativo y mono dramático. Mono gramático como resultado de que es el lenguaje y su estructura quien a la postre determina nuestro pensamiento y nuestra interpretación del mundo. Mono narrativo en la medida en que la esencia de nuestra identidad se articula a través la conformación de unos relatos o de una narración que sustenta quienes somos, lo puramente identitario. Finalmente, un mono dramático en el sentido de que todo esto ocurre en el campo de la interacción con los otros, en el espacio teatral de las relaciones humanas.

Me resultan especialmente nutritivas las observaciones del autor en torno al arte como terapia, en especial cuando se contrastan las semejanzas entre los efectos de las propuestas artísticas con los resultados positivos de cualquier psicoterapia exitosa. Ambos posibilitan y/o trabajan, entre otros, el reconocimiento y dignificación del dolor, su validación y expresión, la generación de esperanza, la sintetización y el recuerdo de “lo que importa”, la preservación de las experiencias individuales y colectivas, la recuperación del equilibrio y la armonía, el funcionamiento como guía de autoconocimiento, como vacuna contra los prejuicios “ofreciendo una versión interesante de lo diferente” y, finalmente, la revalorización de lo cotidiano.

Otro aspecto resaltable en el texto tiene que ver con las continuas referencias a la importancia de las emociones y su lugar en los procesos de cambio. El autor remarca la necesidad de entender que el cambio no se produce por el mero acceso a la conciencia de determinada información ni por el ejercicio de una buena capacidad reflexiva sino por la presencia de las emociones en la ejecución de determinadas acciones (conductas) que permiten generar cambios con la consecuente comprensión de la propia relación de uno con el mundo, alimentada desde la propia experiencia (tipo de apego, historia…).

La lectura de Dramadependencia es especialmente aconsejable para las personas interesadas en las relaciones humanas, sus dificultades o conflictos, en los efectos de la comunicación, así como en la mejora y logro en los procesos de cambio.

Quiero terminar con un párrafo de Seis personajes en busca de autor de Pirandello, cuando en el tercer acto uno de sus personajes dice:

No lo ha visto, señor, porque los autores esconden con mucha frecuencia las inquietudes de su creación. Cuando los personajes están vivos, verdaderamente vivos delante de su autor, éste no hace otra cosa que observar las palabras y los gestos que ellos proponen, y es necesario que él los acepte tal como son, porque ¡mucho cuidado si no es así! Cuando nace un personaje, éste adquiere de inmediato una independencia tal, incluso frente a su propio autor, que puede ser imaginado en muchísimas otras circunstancias que el autor ni siquiera imaginó.

¡Y, con eso, incluso adquiere, en ciertas ocasiones, un significado que el autor jamás soñó!

Cádiz, 28 de diciembre de 2019

Juan Miguel de Pablo Urban

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