Con todos estos principios que conjugan las principales ideas de La ontología
del lenguaje, estructuro mi segunda novela.

«Pesadillas tras una mirada» es una historia de seres humanos que viven y
soportan una verdadera pesadilla en sus vidas, motivada por sufrimientos
(juicios propios), engendrados en el seno de su propia familia y que no son
capaces de afrontar adecuadamente. Llevan su vida como víctimas.
Todos ellos inician procesos de escape, intentando huir de la vida que llevan,
pero sin tener muy claro, el rumbo al qué dirigirse.
En esos procesos de huida, se ven inmersos en situaciones límite, algunas de
las cuales puede costarles su propia vida. Sin embargo, gracias a ellas, les
permiten tocar fondo para llegar a comprenden que necesitan encontrar un
propósito a sus vidas para poder continuar hacia adelante y reenfocar su
destino.
Gracias a estas circunstancias, Hermes se entrega por completo a el apoyo
altruista a los demás, Dafne se aventura a rehacer su destino logrando superar
la existencia de malos tratos que viene soportando, Adrián aprende a superar
su miedos y a echar las culpas de todo lo que le sucede a los demás y aprende
a amar de manera libre y diferente.
Estos y otros personajes conforman una novela apasionante, en la que se
describe la arrogancia y el narcisismo, trastornos bipolares y Trastornos de
identidad disociativo (vivir dentro de varias personalidades diferentes). El
desenlace se describe a través de sesiones de hipnoterapia y conversaciones
profundas que les permiten vislumbrar luces donde solo había sombras.