Opiniones y juicios vs hechos
En27 octubre, 2017 | 0 comentarios | Sin categoría |

Las personas emitimos juicios de valor continuamente. Se trata de un acto
natural y normal. Lo que sucede es que, con demasiada facilidad,
consideramos que estos juicios, responden a la realidad.

No existe una verdad absoluta en casi nada. Lo que una persona considera
que algo es adecuado, otra piensa que es un fracaso.
Algunas personas consideran a sus gobernantes como grandes políticos; sin
embargo, los de la oposición, los consideran unos incompetentes. Ejem:
«Todos los catalanes son independentistas» se trata de un juicio de valor que
algunos podrían considerar como verdadero, pero todos sabemos que «Todos
los catalanes no son independentistas»
Todo esto lo extendemos y generalizamos en nuestra vida diaria, con nuestros
familiares, amigos, compañeros de trabajo etcétera. Y todo esto nos sumerge
en un bucle de falsas verdades.
Es Importante comprender que cuando enjuiciamos a algo o a alguien, en
realidad nos estamos exponiendo tal como nosotros somos; es decir, estamos
hablando de cómo somos nosotros y cómo pensamos, y muy poco de quien
estamos enjuiciando.
Con estas premisas, en el mundo del trabajo, se suele evaluar a los
trabajadores mediante juicios u opiniones, absolutamente subjetivas. Con ese
modelo, la recriminación es la bandera que se exhibe. Como resultado, el
empleado evaluado con ese modelo, se siente juzgado sin posibilidad de
defensa. Consecuencia: miedo y escasa productividad.
Frente a este modelo, tenemos una evaluación basada en hechos verificables.
Los compromisos y acuerdos sirven para establecer un modelo realmente de
evaluación donde las opiniones y los juicios quedan relegados al cajón de los
mediocres.

Dejar una respuesta

  • Más artículos