HAY DÍAS DONDE IRREMEDIABLEMENTE, TODO ACABA SIENDO OSCURIDAD.
Días donde mi mente se pone a pensar y no para de recordar. Recuerdo a gente que ya no está, momentos en los que sentí soledad y vivencias que aunque desee, se me hacen imposibles olvidar.
Son EMOCIONES que me INVADEN por dentro y aunque las intento bloquear en un principio, luego me sacuden con tanto dolor y malestar que aunque intente poner CARA SONRIENTE, no se van.
Cuando empiezo a sentirme un poco triste comienzo a pensar…¿Y ahora, esto por qué? ¡Yo quiero estar estar feliz!- Me exijo. Trato de distraerme, suelo estar siempre muy activa, lo importante es no parar porque si paro la emoción me puede acorralar: voy a hacer deporte, leo, trabajo, me pongo a limpiar la casa, a planchar…Sin embargo cuando cae la noche, la tan temida noche, donde la actividad cesa, donde se respira la tranquilidad y no puedo seguir inventando escusas para no parar, cuando me tumbo en la cama y trato de cerrar pronto los ojos para descansar en paz…¡B0OOM!
-¿A quién quiero engañar? – Me digo entre sollozos.- Llevo todo el día la MÁSCARA DE LA FELICIDAD y realmente es agotador, por dentro lo que de verdad quiero es LLORAR aunque no entienda muy bien el porque o de donde nace esa necesidad. Y..¿Por qué? ¿Por qué le tengo tanto miedo? ¿Por qué no me permito descargar?
*¿TE HA PASADO ALGUNA VEZ COMO A ALEXIA? Déjame en comentarios tu experiencia*