Una pared de gotelé
En18 febrero, 2021 | 5 comentarios | Sin categoría |

La Princesa es una linda chica de pelo largo y liso, sabia y trabajadora, pero sobre todo, creativa. No para de superarse, a pesar de que ha crecido sin cariño.

¡Qué fuerza tienen mis Princesas! ¡Cómo las admiro!

En el colegio lo sabían porque a la salida ella le decía al profesor: «No quiero irme a mi casa. Es que mi madre me pega». Los profesores o no tenían ganas de líos, o no creían lo que ella les decía, pero lo cierto es que, si sacaba notas bajas, iba temblando a casa. Si era un suspenso, había paliza, y si era un cinco, su madre le golpeaba la cabeza contra la pared.

«Y sabes… como la pared era de gotelé, me salía sangre».

En ese momento se rasgó algo dentro de mí. Ella, una Princesa verdadera, no culpaba a su madre de la sangre, sino al gotelé.

«Niña mía, si la pared hubiera sido lisa, también te habría salido sangre». Su silencio, su mirada serena, su postura elegante… Todo su pasado estaba apagado y, sin embargo, ella estaba allí entera, llena de vida y dulzura.

Mis Princesas son increíblemente valiosas para mí, porque me enseñan cada día cómo se puede conseguir el brillo puro partiendo de los colores más opacos.

Comentarios 5
María del Carmen Viedma Mesa Publicado el 23 febrero, 2021 a las 10:47 am   Responder

Precioso… Sin palabras…

mrfernandezamela Publicado el 23 febrero, 2021 a las 11:03 pm   Responder

Gracias por tu comentario.
No sé bien por qué una madre maltrata a su hija, o descarga sus frustraciones o iras en ella. No veo a las madres, sólo a las víctimas y, créeme, todas son muy parecidas en el sentimiento de culpabilidad que les inunda. La solución no es mágica, pero el apoyo de las demás Princesas ha sido determinante en muchos casos.
Cuando pase la pandemia, seguiré con mis terapias grupales. Estoy deseando…

Conchi Capiscol lopez Publicado el 27 abril, 2021 a las 6:57 pm   Responder

Culpa, miedo, verguenza, odio, ira… Gritas y nadie te escucha, aunque la realidad es que estas encerrada entre cuatro paredes arropando tu cabeza mientras lloras hasta que el cansancio te apaga… Ser consciente que todo el imperio que construiste sola se desmorona y nada lo detiene, nadie lo entiende, ni si quiera tú, que constantemente te preguntas hasta cuando vas a ser capaz de aguantar tanto dolor, resurgir pensamientos de abandonar este tren y no sabes como pararlos, no ver mas alla de esa oscuridad que nubla tus ojos, porque las ganas de perder la batalla son mas fuertes que la de intentar lucharla almenos…

mrfernandezamela Publicado el 27 abril, 2021 a las 8:53 pm   Responder

Conchi, mis intentos de librarte de la pesada carga del dolor no han dado todo el fruto que yo quería (tampoco lo has tenido fácil, con la presión de los Servicios Sociales), pero sabes que yo no abandono fácilmente y sigo intentando aportarte un poco de mí para que no sufras.

mrfernandezamela Publicado el 21 febrero, 2022 a las 8:50 pm   Responder

Mi Princesa de la pared de gotelé está muy triste. Ha intentado irse de casa y las cosas no le están saliende bien. Su pareja apresurada le abrió su casa y ahora piensa que sigue queriendo a su ex. En una ciudad nueva, sin conocer a nadie, sin trabajo, sin casa, sin querer volver a la misma situación de la que intentó huir.
He hecho lo posible para que mantenga su postura, y para que se haga de valer con un hombre que la quiso durante un mes, y que inexplicablemente se mantiene entre dos posturas: te quiero, pero no puedo estar contigo como pareja ahora porque no olvido a mi ex…
La tal ex lo llama a todas horas, no se lleva la ropa de la casa, le recrimina que esté con mi Princesa.
Si fuera al revés y las llamadas se dirigieran a ella, hablaríamos de ACOSO claro y meridiano. Pero él no se da cuenta y la ex domina la escena. Me gustaría decirle que es un ser despreciable, que está contaminando el alma de un ser puro y noble con sus dudas y desamores: que es una víctima pero se comporta como un verdugo a base de indecisiones.
Mientras tanto, una ambulancia ha ido a casa a atender a mi Princesa.
¡Qué impotencia! No puede ser. No puedo ayudarla. No puedo abrazarla y decirle que su madre la acogerá en su casa sin problemas. No es justo.

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