Cuando el dolor se transforma en poder…
En26 abril, 2021 | 9 comentarios | Sin categoría |

Una luchadora, eso es lo que eres, Nani. Así me llegaste, pero te fuiste de la consulta con otro título más. No sabías que lo tenías, pero tú también eres Princesa.

Naciste en una familia extraña, a la que tú misma le diste el nombre «desestructurada», aunque tu infancia fue feliz, porque tus abuelos se quedaron contigo hasta que fuiste mayorcita.

Te he visto tan consciente de ti misma, tan entera, tan enérgica… Y cuando me has enseñado el mensaje que tú misma te has escrito en el móvil para recordártelo, no he podido aguantar el deseo de tenerlo y compartirlo para todos los que dudan de que una Princesa puede llegar donde quiera. Me has dado tu permiso y aquí está.

Como eres tan reflexiva, has indagado en tus orígenes, y has sabido casi desde el principio que el malo no era papá, al que preguntaste cuándo fue el momento en el que perdió su hombría. Por eso lo sabes casi todo de él, y también de ella.

Ahora tenemos que esperar, pero cuando empecemos con los grupos, descubrirás que no eres una Princesa aislada, y verás cómo tus compañeras te transmitirán lo mucho que te pareces a ellas.

Y ya no te sentirás tan sola.

 

Comentarios 9
Carmen Publicado el 26 abril, 2021 a las 7:43 pm   Responder

Precioso. Le deseo lo mejor.

Alba Publicado el 27 abril, 2021 a las 11:05 am   Responder

Preciosa remedios. Soy albaaa jeje me encanta tu blog. 1 besazoooo

mrfernandezamela Publicado el 27 abril, 2021 a las 8:50 pm   Responder

Albita, buena niña, gracias!!!

Mercedes Publicado el 28 mayo, 2021 a las 6:57 pm   Responder

Hola, nadie nos cree por que siempre tapamos a nuestras madres, creemos que es feo hablar de ellas, y cuando lo hacemos a veces nos Dan de lado… Pensado de nosotras que somos malas hijas y personas. Lo más importante para mí. No es que me crean. Es no sentir este malestar. Y hasta cuando?

mrfernandezamela Publicado el 29 mayo, 2021 a las 10:06 pm   Responder

Mercedes, el que te sientas mal es el efecto de años y años de decepción y de hambre de cariño. Si estás en contacto con tu madre, ella te hará sentir que no vales, o te hará sufrir de una u otra manera. Para no añadir más daño, el tener el mínimo contacto con ella, o ninguno, es importante.
Luego está el poder hablar con alguien que no te critique ni te cuestione. Los psicólogos somos una opción. Lo malo es que muchos tampoco creen en el poder maligno de las madres… Busca a uno que te crea y te ayudará.
Lentamente podrás dejar de sentirte mal. Ya lo verás.

Lucía Publicado el 1 diciembre, 2021 a las 7:53 am   Responder

Lamentablemente es así aquí en España. Hacer la más mínima referencia a una mala relación con un familiar está muy mal visto y te estigmatiza aparte de tener que aguantar no ya los reproches morales sino el linchamiento por parte de gente que ni conoces y deberían estar ahí para ayudarte con profesionalidad y sin hacer juicios de valor personales en temas que desconocen por completo. Y hablo de abogados y psicólogos supuestamente especializados en maltrato. Hay que pasar un auténtico via crucis hasta que encuentras quien te crea y atienda adecuadamente.

mrfernandezamela Publicado el 3 diciembre, 2021 a las 9:57 pm   Responder

Es difícil porque hay, actualmente, un tabú sobre las malas madres.
Todas somos buenísimas, seres de luz, por ser mujeres…
No puedes hacerte una idea de las dificultades que ha tenido este proyecto para ver la luz.
Sin embargo, tengo que romper una lanza en favor de muchos compañeros. Muchos de ellos me han felicitado por mi libro, otros me pasan pacientes para los grupos. Es verdad que algunos se han hecho los suecos y otros se han posicionado en contra de la idea, pero son los menos.
Espero de todo corazón que pasen estos tiempos difíciles en los que la ideología se posiciona contra las víctimas que no sean de maltrato por parte de un varón heterosexual y de raza blanca. También, que todas las víctimas de maltrato tengan la asistencia que merecen.

Elizabeth Leon Mayer Publicado el 8 agosto, 2022 a las 1:16 pm   Responder

Tienes razón, nadie les cree a las pacientes cuando por fin se atreven a hablar de ello, siempre se culpan a sí mismas por no cumplir las expectativas de sus madres sin darse cuenta de que jamás las podrán cumplir. Son seres que viven en silencio un dolor aterrador por que las inunda y las atrapa sin que sepan cómo salir de ello. Que bueno que estás investigando en el tema, es imprescindible

mrfernandezamela Publicado el 10 agosto, 2022 a las 10:34 am   Responder

Estimada Dra. León Mayer:
Muchas gracias por su comentario en este blog. Es muy gratificante para mí poder contactar con terapeutas que están viviendo como yo el dolor silencioso y culposo de unas hijas a las que se les ha hecho creer desde su infancia que no merecían nada más que el control y el desprecio.
Lo que más me duele es que estas creencias las hacen vulnerables a otros daños (como la violencia por parte de sus jefes o sus parejas -hombres o mujeres esos jefes o parejas, claro).
Creo que hay mucho que investigar en esta línea y me gustaría poder ayudar a desentrañar parte de este laberinto.
Espero tener noticias suyas, profesora, pronto.
Un enorme saludo desde Jaén.

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