Metido en la cincuentena, Romo Fernández, un administrativo sin aspiraciones, recibirá por fin la visita de su hija veinteañera Laura. Ese mismo día, se juega su ansiado ascenso frente a Alberto, el niño de papá enchufado de la oficina.
Rafa es el vecino de Romo. Lleva enamorado de Laura desde los diez años, y espera su visita, con la intención de intentar por fin conquistarla. Para ello cuenta con la ayuda y los consejos de su primo mayor, Fito.
Lo que no esperan ni Romo ni Rafa es que ese mismo día, alguien comete el error de secuestrar a Laura.