Cuando los espíritus llenaban los espejos, es un relato que avanza poderoso e implacable, desde la primera hasta la última página, sin que nada parezca capaz de detenerlo; ni epidemias, ni hambrunas, ni sequías, ni maldiciones ancestrales. Ni siquiera la muerte, pues hasta la muerte parece contemplar este drama de crecimiento personal, de evolución e incluso de redención con una mirada compasiva.