¡Hola!

¡Qué emoción haber publicado este libro, y estar empezando a compartir este Blog!

Permíteme contarte un poquito lo que significa para mí.

Si me conoces, sabrás que he hecho un montón de cosas en mi vida y que me vengo recuperando del golpe más duro que jamás imaginé recibir.

Ha sido toda una aventura, realmente. Me ha costado y me ha dolido, pero también he disfrutado y, por sobre todo, creo haber aprendido mucho.

Si recién me estás conociendo, creo que debo contarte que en realidad toda mi vida me la he tomado como una aventura.

Estuve en tantos lugares diferentes, en tantas situaciones distintas, conociendo y compartiendo con tantos buenos amigos, trabajando de cosas tan diferentes: fui vendedor, jardinero, fotógrafo, ayudante de arquitecto, director de obras, pizzero, lector autodidacta de filosofías varias, permacultor, facilitador de grupos y tantas cosas más…

La verdad es que creo haber aprendido mucho en todas esas aventuras y ciertamente las he disfrutado, a cada una de otra forma.

Mi último y más serio proyecto había sido el Ecocentro Eluwn. Un emprendimiento de carácter ecológico orientado a aprender a vivir de forma radicalmente diferente a como acostumbramos a hacerlo quienes nacemos en grandes urbes como Buenos Aires.

Fueron más de once intensísimos años viviendo en contacto con la naturaleza, formando grupos, recibiendo visitas y voluntarios, trabajando en equipo (y también solo) en un maravilloso espacio que contaba con una otrora mina de cuarzo y dos pequeñas vertientes, donde plantamos y propiciamos el crecimiento de cientos de hermosos árboles, así como fomentamos la recuperación del suelo y de la fauna.

Estudié, aprendí y practiqué permacultura, biorregionalismo, construcción natural, cultivo orgánico, tecnologías apropiadas, técnicas para el desarrollo de grupos participativos, servicio comunitario y tantas cosas más, que también enseñé y difundí.

Sencillamente Eluwn era mi hogar, y todo lo que allí vivía era parte de mi familia.

Por ese entonces, el tiempo libre para dedicar a la Numerología era muy acotado, así que al principio no pasaba de ser un hobby que compartía con algunos pocos. Hasta que, de forma bastante natural, algunas personas me empezaron a pedir que les enseñara lo que sabía.

A la distancia del tiempo transcurrido, los primeros cursos ahora se ven como verdaderas gestas, un tanto románticas, realizadas por personas que intuíamos existía mucho bueno por aprender, aun cuando sabíamos que nuestras expectativas chocarían con nuestras propias limitaciones.

Está claro que entonces no contaba con el tiempo necesario para dedicarme seriamente al tema. Y la verdad, tampoco era mi prioridad.

Pero un día de marzo del 2015 un incendio forestal arrasó con Eluwn, y conmigo también.

Sufrí quemaduras graves y pasé casi tres meses (dos de ellos en coma inducido) peleando por mi vida en el pabellón de quemados de la Posta Central de Santiago de Chile. Finalmente me salvaron, y así me convertí en el segundo (y último) sobreviviente del incendio, aparte de mi gato Nagual.

Los designios del destino me llevaron a vivir la más difícil de las aventuras; y mis conocimientos de Numerología fueron una de las mejores herramientas, si no la mejor, que me permitieron afrontarla digna y exitosamente.

No puedo sino emocionarme al recordar el primer curso post-accidente, cuando apenas si podía caminar. Los participantes me ayudaban a llegar hasta mi asiento y me perdonaban los garabatos raros que lograba hacer en el pizarrón. Aprendí mucho con ese grupo, y con los que vinieron después también.

Paradójicamente, mi nueva realidad, con dificultad para moverme y mucho tiempo libre para pensar, me permitió ir desarrollando el sistema que di en llamar Numerología Integral y que, tomando en cuenta todo lo que hice en mi vida, es lo que considero más valioso de cuanto he hecho.

Este libro que hoy presento, Descifrarnos, es la síntesis de todo lo que he aprendido. Es lo mejor que tengo para compartir y aportar al mundo.

Permíteme sentirme orgulloso.

Sinceramente espero que sea útil y enriquecedor para muchas personas, ojalá para tí también.

Muchas gracias por sumarte y por leer.