Los lectores aguardaban pacientemente su turno para conseguir en ‘La Perla Azul’ el autógrafo de la autora.
La fragilidad de la noche se desvanecía con los primeros rayos de sol”.
Así comienza ‘La Perla Azul’, la segunda novela de Mara Mollá que cierra su saga ‘El destino estaba escrito’. Una frase que retoma la vida de Amira, el personaje principal de su pimera publicación que se alejaba de Melilla en barco, camino a Málaga, con un pasado intenso y amargo y con un futuro incierto y seguro que emocionante. Una novela que tiene entidad en sí misma, para aquellos lectores que se perdieron la primera entrega, pero seguro que saciará la sed de conocer cómo concluye la historia de aquellos que la siguieron desde que era una joven con todo su destino por forjar. “Me he esforzado mucho para que este libro pueda ser leído por cualquier persona que no conozca el primero, siempre guardando la historia personal de la protagonista, Amira, que continuará con intensidad, con fuerza, con mucha valentía a la hora de enfrontar un destino que le sigue siendo difícil”, explicaba la escritora.
Esta misma semana los familiares, amigos y lectores la acompañaban en la presentación de su libro, que ya está a la venta. Se trataba de la primera de una serie de presentaciones que conformarán la intensa etapa de promoción.
El encargado de presentar ‘La Perla Azul’, en el salón de actos del Centro Cultural Caixa Ontinyent era el concejal de Cultura, Álex Borrell, quien destacaba “el ejemplo de superación personal de la protagonista y la historia de los bebés robados, así como la forma de estar relatados los acontecimientos, en primera persona, que ayuda a empatizar con la historia” y le auguraba a la escritora ontinyentina “mucho éxito”.
Los concejales Pablo Úbeda, Matilde Francés, Virtudes González y Álex Borrell acompañaban a Mara Mollá en la presentación de su segunda novela. El edil de Cultura fue el encargado de presentar a la escritora.
Ahora la valoración final de ‘La Perla Azul’ queda en manos de lectores. Un feedback que la autora espera en vilo.
