PRÓLOGO
Cuando me dijeron haz tú el prólogo de este poemario me pareció algo extravagante: yo misma haciendo mi presentación.
Y comencé a escribir. Y fluyeron las letras en mí.
En este caminar del arte. Esta palabra que me causa respeto y admiración.
Para mí esta vocación es una forma de crear, de hacer sentir en cualquier materia artística.
Durante siglos el ser humano se ha valido de esta maestría para expresar su sentir, dejando su legado a las demás generaciones.
¿Cuándo comencé mi andadura en este caminar?
En 1988 comienzo un curso y puedo decir que en ese momento mi vida dio un giro; donde abriría los ojos y mi alma a este sentir del arte que tenía oculto en mí; comenzando así con mis estudios de arte, matriculándome en la escuela de Arte y Oficios de Sevilla.
Las enseñanzas ahí dadas y esos profesores me llenaron el alma de inspiración y enseñanzas. Complemento mis estudios con cursos, pues, para mi aprender, es llenarme de disciplina. Realizo la especialidad de fotografía artística. Los años de formación fueron unos años de hermosas vivencias y de aprendizaje.
Una de las asignaturas a las que más respeto le tenía y admiraba, que durante cinco años tuve, fue Historia del Arte. Con mis profesoras Pilar Toscano y Pilar Rodríguez viajé en sueños a lugares llenos de arte, desde los principios del arte a nuestro siglo llenándome de esencia. ¡Gracias!
Y a todos los profesores por sus enseñanzas y aprendizaje.
El arte es un sentir. Con la fotografía realizo lo que ven mis ojos, ese instante, ese momento. Con la pintura realizo lo que mi mente siente y lo plasmo en lienzo; en color, en esencia…
Y mi mente fluye creando y llega a esa parte mía oculta; en mí las letras fluyen, otra forma más de crear y hacer sentir…, y es esa esencia y mi musa la que me ponen en marcha a escribir. El arte de las letras toca a mi puerta, a mi alma. Para que fluya muy intensamente escribo lo que siento, lo que mi mente me dicta y las letras las llevo al papel; comienzo una andadura con respeto y devoción a este apartado de las letras.
Y así sale a la luz uno de mis poemarios: La esencia de mi alma; vuela alto donde tu alma te lleve.
Este que tenéis en vuestras manos, esperando que os adentréis en él.
Y poder llegar a vuestros corazones.
Y continúo escribiendo, llenándome de las letras, de mi musa y del sentir por la inspiración. Por este arte que me emborracha…, embriagándome de él.
Milagros Ríos