Ya está aquí el verano en todo su esplendor.
Los místicos siempre han aprovechado el solsticio para pedir aquello que más desean.
Y, ya que estamos con el solsticio, vamos a pedir por lo bueno de la vida. Hay tantos detalles que agradecer y disfrutar. Hoy agradezco el cielo azul y las nubes blancas esponjosas (como cuando éramos niños), mirarlas me dan paz y mi imaginación se pone en marcha. ¿Qué ves en las nubes?
También quiero agradecer a todos aquellos que me han felicitado en mi cumpleaños y a todos aquellos que han hecho posible que haya disfrutado con lo que yo quería.
¡Gracias de corazón!