Quién soy: Madre de dos pequeñas inspiraciones, esposa de una hermosa creación, trabajadora de altos vuelos y escritora autodidacta.

Buceando dentro de mí: Desde pequeña, y durante toda mi vida, me han acompañado infinidad de personajes imaginarios en los momentos de mayor soledad. Crecí introvertida, temerosa del mundo y cohibida; y quizás eso fue lo que me ayudó a apreciar la belleza creativa a mi alrededor. Los avatares de la vida me llevaron a tener que subirme a un escenario, por trabajo, como animadora turística en hoteles. Y eso fue lo que extrajo de mí algo que no sabía que poseía: el don de la actuación y la capacidad de transmitir mis propias ideas en las adaptaciones de musicales que he venido realizando durante diecisiete años. A lo largo de todos esos años, guionicé espectáculos, monté coreografías y dirigí a maravillosos animadores y a grupos de estudiantes preadolescentes, sin ser bailarina, actriz ni directora de escena.

La satisfacción de ver el montaje final era siempre una motivación para continuar. Y los aplausos y el aprecio del público, y de todos los chicos y chicas con los que a lo largo de estos años he trabajado, la mayor recompensa.

Desde cuando escribo: Desde niña, solo que el paréntesis de no desear seguir haciéndolo fue demasiado largo debido a la castración creativa que un profesor de lengua y literatura me impuso en la adolescencia.

Más de veinte años después una idea clamó por salir a flote, y así comenzó lo que hoy en día es una trilogía de fantasía “Saga Draconangelus” en un mundo lleno de dragones y ángeles camuflados entre humanos. Continué perfilando a Luna Beltrán, una chica vivaz y sexualmente liberada, y después le siguió el secreto oculto en una mina recién descubierta en Australia.

Finalmente, en estos días tan convulsos y pandémicos os presento mi sexta y última publicación, localizada en una famosa playa nudista de Barcelona y que, con el vaivén de sus olas, espero que llegue a muchos lectores.