De repente conocí a esa persona que movilizó todo mi ser, desdibujando lo que antes era,
y me doy cuenta que no tiene punto de comparación con nadie, es única, como ni siquiera la soñé.
Y nada es color de rosa como dicen, al contrario permanentemente está señalando mis heridas para que sane,
pienso en dejarlo, olvidarlo, huir de él pero no puedo, me atrae de una forma poderosa.
Y cuando nos reencontramos pierdo la noción del tiempo. Solo quiero estar allí y regresar a mi lugar donde presiento alguna vez estuve.
De un chispazo veo en su cuerpo reflejado el universo, su oscuridad iluminada por estrellas mientras nosotros somos uno íntimamente unidos.
Ya no tengo dudas, la conexión trasciende el tiempo y el espacio, es eterna, viajó en el tiempo de ambos y coincidimos en esta vida. ¡Por fin!
Déjame sentirte un poco más que hace tiempo te estaba buscando…