«Era martes dieciséis de junio del noventa y dos, cuando como cada mes, YKA y Javier se trasladaban hasta un hipermerdacado donde hacer una compra grande para así no tener que desplazarse continuamente y dejarse ver por la población… en esa ocasión, llegaron hasta Oyarzun… El destino quiso que fuera ese día y no el siguiente cuando hicieran su compra, pues no habían transcurrido ni venticuatro horas, cuando a las puertas del mismo establecimiento dos compañeros Guardias Civiles fueron tiroteados hasta dejarlos sin vida. Esa fecha fue imborrable en el recuerdo de YKA, tristemente fue una más que sumar a la extensa lista del terrorismo, que sufría el país, y Esuskadi especialmente.
Una vez más, YKA se preguntó si muchas mujeres habrían vivido este tipo de experiencias y en esas mismas condiciones, haciéndola sentir de nuevo, para bien o para mal, absolutamente una mujer especial.»
Bárbara Ruiz, (Bárbara Douskas), es guardia civil, actualmente retirada, la primera mujer guardia civil de Baeza, destinada forzosa al País Vasco donde llega embarazada de su primera hija. Su primera obra YKA, es una obra autobiográfica donde la autora relata la vida de una joven en un mundo de hombres, una historia de superación personal, que no les dejará indiferentes, una historia real, con sus dificultades, superaciones, decepciones, valentías y desengaños.
– Te estrenas como escritora…
Si, YKA es mi primera aventura literaria. En ella he puesto todo mi cariño para contar con detalle todo lo que significó para mí el hecho de ser una de las primeras mujeres que tuvo la oportunidad de conocer de cerca un mundo que, hasta entonces, estaba ideado solo para hombres.
– ¿Quién es Bárbara Douskas?
Ella es hoy una mujer valiente, fuerte y con un carácter de firmes convicciones, que se fue forjando entre otras cosas, gracias a sus difíciles experiencias poco comunes por las que se vio obligada a pasar durante su intenso camino en la Guardia Civil.
– ¿Qué es “YKA”?
YKA es el relato de una joven que irrumpió en un difícil mundo de hombres, una chica inocente que fue abriéndose camino entre muchas dificultades y contratiempos, a la vez que descubría un pequeño universo que la tenía completamente desconcertada; fascinada y maravillada algunas veces y otras, sumida en la más profunda decepción y desconcierto.
– Es tu primer libro publicado ¿Es la literatura tu futuro inmediato?
Tengo varios proyectos en marcha. Soy inquieta y necesito sentirme viva no solo ideando, sino dándole forma a todos esos bosquejos que mi febril mente constantemente crea. Nunca me cierro ante ninguna posibilidad. El tiempo muchas veces resuelve magistralmente incógnitas o dudas, así que soy partidaria de darle su espacio.
– ¿Cuándo empezaste a escribir YKA?
Comencé este proyecto, hace aproximadamente un año, tras observar que cuando contaba de viva voz algún episodio puntual sobre mi vida laboral, se producía un efecto curioso en el oyente; siempre se generaban muchas preguntas, se quería saber más y más, existía un deseo ferviente de indagar, de conocer; mis pequeños relatos causaban asombro, el estupor se dibujaba en el rostro de quien escuchaba con perplejidad, provocando un sinfín de reacciones interesantes; fue entonces cuando decidí plasmar la historia en el papel, con el objetivo de poder llegar a más personas.
– ¿Ha entendido tu familia, el tiempo que les has robado hasta que has terminado tu novela?
Tengo la suerte de tener una familia que siempre me apoya en todo, ellos creen en mí, en mis ideas, en mis locuras, en mis osadías; somos cuatro personas adultas, todos con diferentes proyectos y objetivos, es fácil entenderse cuando se comparten inquietudes y aspiraciones por desarrollar, por lo que todos nos concedemos tiempo para nosotros mismos al objeto de poder realizar cada cual nuestro trabajo, y esto es una base importante para crear, pero también después, dedicamos parte del tiempo al conjunto familiar y a la planificación de diferentes actividades en común. Hay tiempo para todo, la clave está en hacer buen uso de él y organizarse adecuadamente.
– YKA es un relato autobiográfico…
Si, YKA es la historia de una parte importante de mi vida, quince años en los que, a través de diferentes escenarios de la geografía española, la joven novata que ingresa en la Guardia Civil se va superando tras encontrarse con muchos inconvenientes. Aquel mundo de hombres, lleno de ingratitud para ella, no había sido preparado ni mentalizado para aceptar a la mujer como compañera; como tampoco lo estaba, la sociedad de aquel momento, pues se encontraba arraigada a unos fuertes fundamentos y tradiciones. YKA supuso una ruptura total de roles y estereotipos.
– ¿Qué supuso para ti tu estancia en un País Vasco donde ETA todavía estaba activa y los miedos seguían presentes en cada estamento de la sociedad vasca?
Llegar destinada forzosa a Euskadi en los años sanguinarios de la banda terrorista ETA, no fue tarea fácil de asimilar, aun menos, cuando yo lo hacía embarazada de mi primera hija. Mis compañeros exponían su vida al peligro, pero yo lo hacía doblemente, arriesgando no solo la mía, sino la de un ser completamente inocente de manera obligada. La sociedad en su conjunto, y la vasca en particular, daba por hecho que la figura que subía al norte era la de un hombre que, a veces, iba acompañado de su mujer e hijos, pero nunca que fuera una mujer la guardia civil, inimaginable por entonces. En este sentido, mi marido corría el riesgo de ser fácilmente confundido con un agente, como así sucedió. La verdad es que aquella fue una experiencia de auténtica locura ante los ojos de cualquiera, tan dura como real.
– “La muerte no es el final”, ¿Qué significa para ti esta frase?
Siempre he pensado que nosotros somos una ínfima pieza del engranaje de un complejo mecanismo universal del que, de alguna manera, tomamos parte. Cuando te vas, nuestra obra queda para poder ser continuada por otros. La vida es una lucha continua. La inspiración en la que nos amparamos muchas veces es, precisamente, el recuerdo y la fuerza que nos trasmiten los que un día nos dejaron, ellos nos guían en los momentos de flaqueza y debilidad, por eso, esta frase marcó tanto mi vida laboral y personal. Es mi gran punto de apoyo.
– ¿Qué puede esperar el lector que decida leer “YKA”?
El lector va a descubrir una historia fascinante, rica en experiencias y anécdotas muy peculiares y de toda clase, va a conocer los sentimientos y emociones de una muchacha a través de una serie de sucesos poco comunes, donde es notable su afán de superación personal. Viajará con ella a través del tiempo y experimentará de su mano, lo que supuso en principio una de las mayores ilusiones de su vida.
– Tu novela ya ha sido publicada ¿cómo te sientes después del alumbramiento?
Me siento satisfecha de haber podido concluir un proyecto más en mi vida y, sobre todo, de poder haberle dado luz verde a un testimonio que formó parte de un gran cambio en la sociedad española. Darle vida a YKA es compartir con el lector el caos, el miedo, el dolor, la fortaleza, la valentía. YKA es, por tanto, la vida misma. En definitiva, una parte de la historia de este país.
– ¿Tienes o has comenzado nuevos proyectos…?
Mi espíritu aventurero y mi mente inquieta no paran de crear, de engendrar nuevas ideas y trazar esquemas de futuros planes y propósitos. Ahora, también hay proyectos con interesantes horizontes a los que dedicaré gran parte de mi tiempo y toda mi atención.
Por último Bárbara, solo nos queda darte las gracias por atendernos y decirle a quien nos lee que YKA está redactada de forma magistral, que nace para dar cuenta de la superación de una joven que se enfrenta a un mundo de hombres, nunca desde el odio o el resentimiento, es una obra que sin lugar a dudas atrapará al lector y que da testimonio de los obstáculos que encontraron las primeras mujeres que ingresaron en la Guardia Civil, una obra que te hará viajar y que te hará partícipe a través de su lectura de retazos de nuestra historia más cercana a través de distintos escenarios y lugares de la geografía española.
BIOGRAFÍA
Bárbara Ruiz López nació el 22 de octubre de 1963 en Baeza (Jaén), al poco tiempo se trasladó con su familia a Madrid, donde transcurrió su infancia y juventud. Estudió bachillerato a la vez que realizaba pequeñas incursiones en el mundo de la moda hasta 1989, año en el que ingresa en la Academia de Guardias de la Guardia Civil de Baeza. En 1996 es condecorada con la medalla al mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco. Durante cuatro años (2001-2005) cursa estudios de lengua inglesa en la Escuela Oficial de Idiomas de Valladolid. Actualmente es alumna del Grado en Historia del Arte en la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Antonio Mancera Cárdenas
Benemérita al Día
