¡Juguemos con las palabras y sus significados!

Si hablamos de música, un preludio es una composición concebida como introducción a una obra. En el estilo improvisado, los músicos aprovechan para afinar sus instrumentos y soltar los dedos.

En ocasiones, uno se pregunta cómo ha llegado hasta un cierto punto vital y se da cuenta de que, básicamente, ha estado improvisando, pero ni está afinado ni sabe desenvolverse con soltura.

La gran obra

Al fin y al cabo, todo está por escribir, como en un pentagrama en blanco. Nos vemos inmersos en una inconclusa obertura de melodías por llegar, entregados al ritmo de un tiempo cíclico que nos pone de nuevo en el mismo lugar para que intentemos dar con la nota adecuada.

¡Qué suba el telón!

La Fuga

Ese es el movimiento musical que suele seguir al preludio.

¿Otro juego de palabras?

Así es. Lo cierto es que la vida, muchas veces, nos envuelve en un bucle melódico, prácticamente nos hipnotiza, cercándonos en un vallado como simple ganado que sigue un redil.

Ante eso, el único camino posible es la fuga, la huida hacia delante.