«En este discurso moralizante de la ideología dominante de género, a la mujer no le está permitido expresar sus emociones negativas en torno a la maternidad ni expresar su cansancio, su sobreesfuerzo, su tristeza y enfado por las pérdidas que esta conlleva, por ese sacrificio santificado que le exaspera. (…)

La dedicación intensiva en la maternidad, que tanto se promueve desde las actuales posiciones ideológicas en torno al hecho de ser madre, van en detrimento de la expresión emocional de la mujer, de su libertad para poder expresar todo el abanico de emociones oscuras que esa maternidad produce y que precisan ser evacuadas.

La elección de ser madre no está en juego, como toda elección tiene un coste inevitable que toda mujer acaba por conocer cuando llega el momento, pero la imposición social de la imagen ideal de cómo ser una madre perfecta, inhibe y desautoriza a la mujer en su libertad para poder combinar su feminidad autónoma y su maternidad cuidadora» (De Pablo) (Párrafo de mi próximo libro que se titulará «Rastros y huellas en las fronteras de la psicoterapia sistémica» y que tengo previsto publicar en 2023)