El gesto de Héctor
En14 abril, 2024 | 0 comentarios | Sin categoría |
En el foro sobre paternidad, celebrado del pasado 11 de abril, hablamos del gesto de Héctor en la Ilíada, ante su hijo Astianacte (Luigi Zoja tituló así su libro sobre paternidad). El texto homérico dice así:
“Diciendo esto, el glorioso Héctor se tendió hacia su hijo. Enseguida el niño se recostó llorando en el regazo de la nodriza, de bella cintura, asustado por el aspecto de su padre, habiéndose espantado por el bronce y el penacho de crines de caballo, cuando lo vio ondear terriblemente desde lo alto del casco.
Se echó a reír su padre y también su augusta madre.
Entonces, el glorioso Héctor se quitó el casco de la cabeza, y lo dejó, reluciente, en el suelo. Cuando él besó a su querido hijo y lo meció con sus manos dijo rogando a Zeus y a los demás dioses:
«Zeus y demás dioses, concededme que también este niño mío sea como yo, sobresaliente entre los troyanos, así de valeroso en fuerza y que gobierne poderosamente sobre Ilión. Y algún día alguien dirá «Es mucho mejor que su padre»”.
Este gesto representa, de una forma bellísima, la importancia de que el padre se acerque al hijo, despojado de casco y “coraza”, que el hijo pueda reconocerlo y reconocerse en él; con el anhelo de que su hijo lo supere.
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