Fueron muchos
Los relojes que se pararon.
Se perdieron tantas horas
sin sentido.
Y no es que ahora lo tengan,
es que quizá no hacen tanto ruido.
Seguimos rotando
al compás de lo que toca:
Sin elegir,
sin soñar,
sin vivir…
Porque al marcharte
también se nos escapó
un poco, la vida.
19/6/19