El Abuelo y sus consejas
En10 mayo, 2020 | 2 comentarios | Sin categoría |

Formulas y consejas.
El Abuelo, aparte de trabajar en muchas cosas a lo largo de la vida, siempre fue de una curiosidad natural, lo que le llevó a disponer de muchos conocimientos que, si no llegaban a ser muy profundos en algunos temas, si conformaban en su cabeza una esplendida visión general del conocimiento humano.
Esa curiosidad, le hizo recopilar y atesorar una amplia biblioteca y distintas colecciones temáticas, sin saber que luego llegaría internet y transformaría un simple teléfono o mínimo ordenador en una potente Enciclopedia donde se encuentra de todo y en todas las versiones que permiten los soportes multimedia, no obstante eso a él no le afecta porque sabe perfectamente donde tiene cada una de las fuentes que ha ido adquiriendo a lo largo de la vida, es decir tiene su propio internet debajo del sombrero de labor.
Hoy sentados en la mesa del envite, con unos vasos de vino de Tegueste, se ha empeñado en que os copie unas consejas que, en su tiempo le llamaron la atención en un famoso libro, encuadernado en pergamino, del que quedan muy pocos ejemplares y que él atesora muy especialmente.
Os las paso en su lenguaje original, todo un tesoro:

Para tener el vino ó agua fría en el verano sin nieve.
Toma un cubo, llénalo de agua, y dentro ponle tus frascos llenos de vino o de agua; luego en el agua del cubo le pondrás un caño de azufre, u otro pedazo entero, siendo el cubo mediano; y este pedazo te puede durar más de dos horas, y el vino saldrá como si hubiera estado en nieve. Nota, que ese azufre no puede aprovechar para esto segunda vez, pero para los demás gastos es bueno.

Para hacer un huevo duro, del tamaño que quieras, para regalo.
Tomas una docena de huevos, rómpelos y separa las yemas de las claras, luego toma las yemas y bátelas muy bien, ponlas en una vexiga, a imitación de una yema de huevo, la cual hervirás en agua caliente, hasta que esté dura, después bate las claras, abre la vexiga y alrededor de la yema ves ajustando la clara, vuelve a cerrar y a cocer en agua como antes, luego quita la vexiga y tendrás un huevo sin cáscaras. Toma después las cáscaras y las molerás finísimamente, pondrás estos polvos en vinagre fuerte, hasta que todo quede como un ungüento; estando así, tomaras una brochita y le iras dando de este ungüento sobre el huevo, tendrás cuidado que sea con igualdad, para que esté bien trabajado, luego ponlo en el agua fresca, quítalo de allí algún rato, déjalo secar, que se quedará la corteza o cáscara tan dura y natural como la de los demás huevos y envíalo de regalo.

Como estas consejas el Abuelo Tirantes se sabe muchas y las que no recuerda, sabe bien adonde buscarlas, casi siempre vienen a su cabeza a cuento de algo que estamos hablando, algo que ve pasar por delante de él, o le hace saltar la chispa un comentario de algún amigo, buen bebedor de vino, casi siempre.
A lo largo de estas charlas os las iré contando, sin orden ni concierto, tal como él las vaya soltando, ¡ah!, mi nombre es Ernesto, Ernesto Cienfuentes y soy el sobrino más apegado al Abuelo.
Por cierto, también me anda calentando con que hable, lo que pueda en Canario que a él le gusta porque lo aprendió en su niñez y según dice, cada vez se habla menos. Pasaré sus palabras a papel según él las use y pondré a pie de página su traducción en Castellano.
Seguimos…

Comentarios 2
carlos Publicado el 27 julio, 2020 a las 5:15 pm   Responder

Esto está escrito debajo de donde pone, «dejar una respuesta» desde el blog en el abuelo y sus consejas

carlosangelsanchezrecio Publicado el 28 julio, 2020 a las 8:23 am   Responder

Comprobando la circulación de comentarios

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