HISTORIAS DE MIEDO 4: Los programas matutinos
¿Os habéis parado a escuchar la música de los programas matutinos? Tipo Espejo Público al dar una noticia… ¡Ostias! acojona y estresa mucho más que la propia noticia. Y eso que ya se encargan de poner énfasis en las palabras clave para causar más terror, tras buscar y buscar lo más «llamativo» que haya pasado aquí o en el resto del mundo. A lo mejor soy un ser humano despreciable al plantear esto pero ¿de verdad importa que 6 chinos hayan muerto al estrellarse un autobús en Pekín? A ver, que yo no quiero que muera nadie y empático con el horror de las familiar, pero ¿Es necesario sacar los cuerpos desmembrado a la hora del desayuno? Seguro que alguien defiende que es una buena forma de empezar el día.
Y si no encuentran algo nuevo y macabro pues nada, a repetir y machacar con alguna noticia pasada. Aquella madre que mata a sus hijos y al huir la encuentra la policía. Pasará en la cárcel 25 años. Bien, es morboso, pero ya nos hemos enterado ¿es necesario saber a qué colegio iba la asesina? que le gustaba desayunar, quien era su primer novio, que numero de pie calzaba…. «ESCLUSIVA, ESCLUSIVA en Al Rojo Vivo: La asesina había cenado un bocata de calamares en un bar con signos franquistas antes de cometer los fatídicos actos.» «Entrevista en exclusiva en el AR con la dependienta que le vendió la ropa: Le gustaba mucho el rojo sangre, era una señal y no nos dimos cuenta». Tres meses después siguen hablando con expertos en lenguaje no verbal de cómo por la forma de mover sus manos estaba claro que iba a asesinar a alguien. Por supuesto, habrá que hacer un especial la fecha del primer aniversario, con entrevistas especiales y en exclusiva a la vecina que paseaba el perro, al portero de la finca que cogió el ascensor justo después, al transeúnte que asegura haberla escuchado cantar el Bella Ciao…
¿Por qué les interesa que vivamos con miedo y en tensión? ¿Quién dirige realmente los programas de noticias? Las respuestas que obtuve tras indagar siempre fueron las mismas, soy un perturbado que exagera y quiere meter miedo a la sociedad, un conspiranóico asusta viejas. ¿De verdad que no pasa nada bueno en el mundo?
Imaginaros que sois el hermano de esa asesina ¿Cómo sería vuestra vida? Todos los días saliendo vuestros apellidos en la tele, la gente preguntándoos si la conocíais, si sois familia, sentir la mezcla de desprecio y miedo de la gente que os conocía… ¿Qué culpa tiene el hermano? o el primo, o la pobre madre que solo desea que la hubiese matado a ella en vez de a sus nietos.
Si dice el pecado y no el pecador, un periodista de El País me dijo una vez. «Es una forma de hacerle ver a la gente la suerte que tiene en su rutina.» Y digo yo, ¿No sería mejor ponerle otros próceres? Gente a imitar que nos hagan superarnos, ejemplos de personas que jamás se rindieron, fomentar que imaginemos para luego poder construir. Y eso si que me pone triste, pensar que generación maravillosa de la Humanidad se está perdiendo el Mundo.
