¿Quién no ha escuchado en algún momento o aspecto de su vida aquello de: «Con tus capacidades…., que fácil lo tienes «. Es muy sencillo ver el ingenio de los demás, al igual que sus defectos. El verdadero talento que pocas personas atesoran, es aquel de ver y utilizar las virtudes personales con las que nacemos. Es decir, la capacidad de vernos en un espejo virtual y ser conscientes de todo lo que somos; no solo de nuestras limitaciones cosa que nos encanta hacer ver a los demás, incluso exagerándolas con fines tan estúpidos como por ejemplo: hacer que se rían de nosotros, o peor, buscar manipular a nuestros seres cercanos con la pena.
Hazte estas cuatro preguntas y medita cual es la que te resulta más complicada de contestar: La virtud de un amigo, el defecto de un amigo, un defecto tuyo y por ultimo una gran virtud tuya. Hacia un tercero solemos ser bastante equilibrados pero, hacia nosotros bastante destructivos.
El talento que está detrás de todo triunfador, no hablo del éxito que nos impone la sociedad, me refiero al genuino, a quien ha alcanzado la sensación de plenitud, es aquella persona que ha aprendido a quererse. Lo normal es que seamos jueces implacables hacia nosotros, recordándonos todas nuestras frustraciones, en resumen Nos Maltratamos. Por eso la gente capaz de asumir sus limitaciones y de usar su potencial triunfa. Empezar a decirse cosas bonitas a uno mismo nos suena absurdo, tipo: qué guapo estas hoy, o, que bien elegiste, suena irreal cómico. Quejarse de cómo tienes el pelo tras dormir malamente 6 horas por culpa del jodido dolor de espalda, mientras rezongas de la mierda de colchón que elegiste comprar, eso si nos parece lógico y normal.
Empieza siendo amable contigo, aprende a tratarte con respeto y sobre todo a ponerte metas que sabes que vas a cumplir. Es muy prepotente marcarte al próximo lunes como el día que vas a cambiar tu vida, sabiendo que ese día llegará y no lo vas a hacer. Date cuenta que tú mismo estas alimentando tu frustración. Las cosas se hacen o no, y la acción es ahora no mañana y mucho menos el lunes. ¿Quieres empezar a hacer deporte? ponte las zapatillas y sal a correr a la calle. Siempre va a ser tarde o temprano, va a hacer demasiado calor o frio, o cualquiera de las docenas de justificaciones que te llenaran de frustración dentro de dos días cuando te machaques por no hacer deporte. Haz o no hagas, pero no sigas cometiendo el mismo error esperando resultados diferentes.
Las razones más importantes para seguir en esta rueda tan estúpida se resumen en tres: la ceguera y menosprecio de nuestro ser, la admiración de lo ajeno y, la persecución de sueños impuestos.
Estos tres motivos se retroalimentan unos a otros. Los cánones que parece estamos obligados a seguir nos dictan como tenemos que ser generando frustración, depresión y tristeza. Un ejemplo fácil seria: Los medios de comunicación nos indican que tenemos que ser altos y delgados, pero siempre vamos a encontrar a alguien más alto y delgados que nosotros. Pregunta: ¿Si fuese la persona más alta y delgada del mundo, o de mi ciudad, o de mi barrio… seria más feliz?
En las próximas publicaciones seguiré hablando de esto
Y ya sabes…
Si me sigues escribo .-. Escribo si me sigues
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