Soy libre, porque camino por las calles sonriéndole al viento como si me pudiese ver, soy libre, porque me levanto inundando mi alma de alegría sin fin aunque los obstáculos son parte de nuestra naturaleza humana, ya he soltado la cruz que laceraba mi espalda y carcomía mi cordura, soy libre, porque cada pisada que doy la doy con ánimos y esperanza, cada pisada deja las huellas y la estela de una ilusión nueva, de un camino junto a ti, de un naciente sol que deja atrás la penumbra que gobierna la noche, soy libre, porque cuando caí estuviste como creador del universo para levantarme, para curar las profundas heridas, heridas tan profundas y oscuras como la intensa negrura de las profundidades del mar, tan frías y duras como los icebergs que adornan los polos, soy libre, porque las lágrimas que recorrieron mis mejillas, que cayeron estrepitosamente sobre mi piel dejándole cicatrices dolorosas, también sirvieron para dejar atrás los arrebatos del pasado, soy libre, porque me creaste para ser libre y aprendí a valorar esa libertad, aprendí a valorarme mi ser interior, mi reflejo frente al espejo. Ciertamente a cada instante de nuestro caminar hay experiencias que no quisiéramos admitir, que no quisiéramos haber vivido, siempre habrá óbices, pero me sigo sintiendo libre porque ahora mis alas vuelan alto, vuelan entre las aves que circundan los cielos, y entre el viento fresco de primavera me llevan a ti, mi corazón grita vivo a los vientos tu nombre, mi piel ya no se quema, ya no arde, ya no llora con el dolor.
¡SOY LIBRE! Y a ti dedico mi libertad, a ti dedico mis palabras perfumadas de vida, perfumadas a lirios frescos en campos abiertos, a ti adoro y agradecido mi corazón está.
Pintura: Jenny Hidalgo
Escrito: Jet Hidalgo