De la Escuela-Edipo a la Escuela-Narciso
En14 agosto, 2022 | 0 comentarios | Sin categoría |
Las dificultades que se presentan en el sistema educativo actual tienen que ver con las dificultades que la propia sociedad sufre en su proceso de desarrollo y evolución. De la sociedad autoritaria y patriarcal que vivieron nuestros padres con sus nefastas prácticas (léase en el caso español, a todo el sistema franquista de educación, a la falta de libertad y a la imposición de normas morales), se pasó a una sociedad donde era preciso, en complementariedad total, borrar las diferencias y anular las asimetrías de poder existentes. Bascular al otro extremo, presentó nuevas dificultades, que se derivan del triunfo del mundo líquido, la modernidad líquida de Bauman (2000), y del cuestionamiento del poder y de las jerarquías naturales (padre-hijo / maestro/alumno). Dice Recalcati (2014), en su libro La Hora de Clase:
“Esta transición de la conflictividad a lo especular, de la disimetría a la simetría generacional, coincide con la transición de la connotación sólidamente jerárquica que caracteriza a la Escuela-Edipo hacia la horizontalidad líquida de la Escuela-Narciso, donde cada vez es más difícil encontrar la diferenciación simbólica de los roles. Como trasfondo, la disgregación del pacto generacional entre docentes y padres. Este pacto se ha roto a causa de la colusión entre el narcisismo de los hijos y el de los padres. Los padres se han aliado con los hijos y han dejado a los docentes en la soledad más absoluta, para que representen lo que queda de la diferencia generacional y de la tarea educativa, para que suplan la función paterna en contumacia, es decir, para que hagan de padres de los alumnos” (p. 20-21).
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