La educación. De cómo Méntor alecciona a Telémaco
En7 septiembre, 2022 | 0 comentarios | Sin categoría |
El aprendizaje creativo y sólido proviene de las decisiones del/a joven, muchas veces contra la opinión de los padres o de lo socialmente establecido, y de la experiencia reflexiva derivada de los errores cometidos. En «Las aventuras de Telémaco», Fenelón relata el encuentro de Telémaco con Méntor tras su periplo de esta forma:
“Telémaco se echó al cuello de Méntor, y le regó con lágrimas. Mentor le dijo: Estoy contento, habéis cometido faltas graves; pero os han servido para que os conozcáis y desconfiéis de vos mismo. Más fruto saca uno muchas veces de sus faltas que de sus más brillantes hazañas. Las grandes acciones hinchan el corazón e inspiran una presunción peligrosa; las faltas hacen que el hombre vuelva en sí, y que recobre la prudencia que había perdido con el buen éxito. Lo que os queda que hacer es alabar a los dioses, y no querer que los hombres os alaben” (Fenelón, 1689) (En «Las aventuras de Telémaco», p. 235-236). Dice más adelante:
«He ahí para lo que sirven las desgracias de la vida, para hacer a los príncipes moderados y compasivos con los demás hombres. Cuando no han bebido sino en la copa venenosa de la prosperidad se creen dioses; quieren que las montañas se allanen para satisfacer a sus caprichos; en nada tienen al género humano; de la naturaleza entera se pretenden burlar. Si oyen hablar de padecimientos, no saben lo que sean: para ellos es un sueño, porque jamás han visto la distancia del bien y del mal. Sólo el infortunio puede inspirarles sentimientos de humanidad, y cambiar su corazón de piedra en corazón humano: entonces conocen que son hombres, y que deben tratar con miramiento a sus semejantes» (p. 289-290).
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