Una belleza de texto, para leer despacio, y entender los eventos que vivimos, abiertos a la aparición de las singularidades que suceden. La visión del maestro es radical y hermosa, compleja y minimalista a la vez, se desprende de la racionalidad y la lógica y queda suspendida en la incertidumbre, abierta a la experiencia humana. Gracias por tus regalos.

Marcelo Pakman (2021) nos dice en su libro «El exilio del Mesías»:

«Nadie posee el mundo, la muerte no deja de mostrarnos que somos eventualmente descartados como seres laterales y que estamos signados por esa marginalidad, ese exilio, tanto de lo divino como del mundo mismo. Pero, participando episódicamente, tenemos la oportunidad de buscar a cada paso, cotidianamente, más que un Sentido último interpretando significados, los sentidos más modestos pero no menos vívidos que vienen con cada aparición fragmentaria y singular del mundo, en la que no dejamos de buscar que la vida misteriosa valga la pena y que se abra más allá de lo que se muestra como ya existiendo. Así es que la búsqueda de lo justo, como vida mejor que valga la pena, es un elemento inmanente al sentido que hace a veces evento poético y lo extiende más allá de ser un fenómeno estético. Así como también la mesiánica, como teología cotidiana, extiende el evento poético hacia lo abierto y nos permite tomar en nuestras manos la potencialidad de la búsqueda del dios oculto y del Mesías siempre por venir, como un trabajo y un arte: Ars Dei, Ars Mundi» (pp. 192-193).