«Una forma de compensar la presión homofóbica del modelo hegemónico y el «autismo» emocional de los varones más afectados por los efectos de la masculinidad tóxica, está en la posibilidad de trabajar en el contexto de la psicoterapia las vivencias amorosas entre los hombres, las vivencias homofílicas hacen referencia a aquellas experiencias de interés, deseo y amor entre varones. No debemos caer en el error de entender esta propuesta como una apuesta hacia una elección u orientación homosexual sino como una integración de las inclinaciones amorosas que se encuentran presentes invisibilizadas en la fraternidad masculina. Se requiere poder vencer el tabú que existe sobre la expresión amorosa del varón hacia personas del mismo sexo, ante el tabú establecido sobre el contacto físico entre hombres» (Extracto de «Rastros y Huellas en las fronteras de la psicoterapia sistémica», próximo libro que espero publicar en 2023).