«Barbie» de Greta Gerwig (y 4ª parte)
En5 agosto, 2023 | 0 comentarios | Sin categoría |
Para finalizar esta serie de posts sobre “Barbie”, y esperando que no os hayan resultado cansinos:
La cuarta cuestión, el personaje de América Ferrera y su hija adolescente son, en Barbie, el centro del complejo y bello universo de lo femenino. Son las verdaderas protagonistas de esta historia, en su lucha por conciliar la maternidad y la feminidad, por nadar entre dos aguas y sentirse zozobrar. La protesta matrofóbica de la hija adolescente, el dilema de la futura mujer, enfadada ante una madre que se debate entre el cuidado invasivo y el respeto a los deseos de autonomía de su hija. Realidad amorosa y conflictiva entre madre e hija como espejo de tantas esperanzas y anhelos desarbolados, por la pretensión de toda mujer de intentar sobrevivir entre la presión de ser la madre perfecta, la madre reclamada full 24/7 y la súper mujer independiente, profesional y autónoma.
Esta es la realidad de muchas mujeres del siglo XXI, asfixiadas, de una parte, por los “debes” de la tradición judeocristiana, por las normas y códigos de lo femenino subyugado por el varón arcaico, que necesita renunciar a su alma erótica y a la “mujer con mayúsculas” que hay en ella; y, de otra parte, por las presiones pretenciosas de las posmodernas ideologías radicales de lo femenino excluyente, de la mujer “masculinizada” que debe renunciar a la expresividad emocional, a la heteronomía, a su ética del otro. Las censuras del movimiento woke apuestan, en su extrema protesta, por recrear un mundo excluyente, donde lo femenino termina reproduciendo los mismos pecados del universo heteropatriarcal.
Por último, la Barbie rara, interpretada por Kate McKinnon, es otra alternativa interesante. Un modelo de mujer, antítesis de la Barbie estereotípica, que reúne aspectos contradictorios. De una parte representa a la bruja (fea, extraña, excluida), el arquetipo de la anciana sabia conocedora de los secretos de la vida (la gran madre, la abuela), la loca (no en vano, su casa está inspirada en Psicosis de Hitchcock) extravagante, la representación lésbica o queer. La mujer maltratada y abusada que se rebeló contra la imposición de lo femenino mainstream, y que hace una propuesta disonante y radical, que la empuja a vivir exiliada de ese mundo que exige la perfección normativa.
Quienes estéis interesados/as en el tema de lo femenino y lo materno, he dedicado un capítulo completo (de más de cien páginas) en el Tomo I de mi último libro “Rastros y huellas en las fronteras de la psicoterapia sistémica”.
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