Una compañera y amiga ha resultado ser una víctima colateral de una madre narcisista.
Ella no era consciente de que su suegra era una madre tóxica, porque era encantadora, servicial, amable y obsequiosa. Pero de repente descubrió su verdadera cara: una egoísta insufrible que manejaba la vida de su familia hasta límites insospechados.
Cumplía el perfil de toda esposa manipuladora de un marido bueno. Como no podía soportar que él pasara tiempo jugando al ajedrez con su amigo de la infancia, se las arregló para que esa relación se rompiera y no volvieran a verse. Hizo que su hija dejara a su novio después de 4 años de cariño. Y ahora intentaba que mi amiga rompiera con su pareja.
Ahora que va a tener el libro en sus manos, se explicará muchas cosas que hasta ahora eran un misterio para ella.
Estoy deseando que me comente lo que va hilando.
Me habría gustado que oyera a alguna de mis Princesas con su propia voz, porque, como ya he dicho en muchas ocasiones: yo puedo hablar como psicóloga y aconsejar, pero las víctimas son las verdaderas agentes del cambio en otras víctimas. Porque es increíble para la gente de la calle que una madre no sea una verdadera madre.
Estoy deseando que me comente lo que va hilando.