Eterno
En22 abril, 2021 | 0 comentarios | Naturaleza, Resurrección | Etiquetas: , , ,
Eran tan distintos
como el reflejo
en el agua
de una mirada.

Eran
de esos amores
atemporales,
que no necesitan palabras.
De los que no conocen
distancias.
De los que saben
sin emitir palabra.
Él le regalaba rosas
no necesitaba excusas.
Era su forma
de expresar que siempre:
la cuidaría y querría
pese a sus espinas.
Ella le dedicaba
sus victorias
sin saber
que ya eran de él.
Un día
creyó que jamás
volviera a creer.
Él se fue.
Llevándose
tanto de ella
como de él.
Sintió que se moría.
Que su castigo
era la vida.
Pero salió la luna.
Iluminando
un jardín
Y ella volvió a descubrirlo,
volvió a reír.
Supo que vencería
que esas rosas
siempre estarían ahí.
30/11/18

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