Shhhh.
Es el silencio.
¿No lo oyes?
¡Son mis pensamientos!
¡He de irme!
Atraviesan mi coraza,
se agarran a mi corazón.
¡Le arañan!
¡Me duele!
Caigo al suelo.
¿Los oyes?
Ahí vienen….
Insisten,
no se alejan.
¿Quieres ayudarme?
No digas nada,
pero abraza.