Redactar para liberar emociones
En13 febrero, 2019 | 0 comentarios | Sin categoría | Etiquetas:

La mayoría de las personas tendemos a guardar una gran parte de nuestros acontecimientos diarios, ya sea que se traten de experiencias positivas o negativas. Con el paso del tiempo, las emociones generadas por el diario vivir, se transforman en monstruos que imposibilitan la actuación coherente de nuestra parte racional.

Existen diversos autores que se han dado a la tarea de investigar cuáles son los mecanismos que nos hacen reaccionar de una u otra manera, y cómo podríamos aprender a dejar fluir nuestras emociones. Para Davidson y colaboradores (2007), nuestros sentimientos de temor, preocupación, pérdida, coraje, amor, etc., provienen de nuestras asociaciones emocionales con un espacio geográfico, de tal forma que la geografía emocional intenta explicar las emociones en términos de una mediación y articulación socio-espacial más que como un estado mental subjetivo totalmente interiorizado.

Por otra parte, se ha observado que existen emociones negativas que provocan desórdenes alimenticios, encontrándose que los sentimientos de coraje, tristeza y miedo son manejados mediante alimentación restrictiva, purgas, control excesivo del peso corporal y ejercicio exhaustivo (Espeset et al., 2012). En estos casos es común recurrir al uso de fármacos para el tratamiento de la infelicidad exteriorizada como anorexia, bulimia o, su problema opuesto, el exceso de peso.

Además, de las problemáticas antes mencionadas, está el mal más frecuente de nuestros tiempos, “el estrés.” Indudablemente, debemos lidiar con él todos los días, para lo cual enfocamos parte de nuestros esfuerzos en encontrar algo que nos motive a seguir adelante. La auto-evaluación a través de actividades creativas ha mostrado beneficios terapéuticos, como lo explican Pearson y Wilson (2009), quienes aplicaron en varios pacientes, una amplia gama de actividades y técnicas creativas que incluyen trabajos de arte, escritura expresiva, drama, música, danza y ejercicios de enfoque corporal entre otras. Encontrando que todos ellos lograron una relevante mejoría en los diferentes trastornos psicológicos que enfrentaban.

En relación a la escritura, se ha reportado que escribir favorece la resiliencia del individuo porque favorece a la liberación de sentimientos reprimidos, permite el autoconocimiento, la gestión de las emociones y el mejoramiento de la comunicación intra-personal. El escribir acerca de un acontecimiento traumático ayuda a jerarquizar y resignificar la experiencia atravesada, y la recuperación del control de emociones puede ser significativamente más rápido (Pannebaker, 1990; Dumas y Aranguren, 2013; Hidalgo, y Cantabrana, 2017).

Ante tantos beneficios que produce la escritura, no hay que dejar pasar la oportunidad de darnos un tiempo a solas para redactar todo lo que nos pase en el día, y después acojamos los buenos recuerdos y aprendamos a soltar aquello que solo nos pondrá traspiés en nuestro andar.

 

Referencias:

Davidson, J., Smith, M. M., & Bondi, L. (Eds.). (2007). Emotional geographies. Ashgate Publishing, Ltd.
Dumas, M., & Aranguren, M. (2013). Beneficios de la arteterapia sobre la salud mental. In V Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XX Jornadas de Investigación Noveno Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología-Universidad de Buenos Aires.
Espeset, E. M., Gulliksen, K. S., Nordbø, R. H., Skårderud, F., & Holte, A. (2012). The link between negative emotions and eating disorder behaviour in patients with anorexia nervosa. European Eating Disorders Review, 20(6), 451-460.
Hidalgo, A., & Cantabrana, B. (2017). Efectos terapéuticos de la lectura. Revista de Medicina y Cine, 13(2), 75-88.
Pennebaker, J. W. (1997). Opening up: The healing power of expressing emotions. Guilford Press.
Pearson, M., & Wilson, H. (2009). Using expressive arts to work with mind, body and emotions. Psychotherapy in Australia, 16(1), 60.

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