La psicoterapia como práctica social crítica
En6 diciembre, 2022 | 0 comentarios | Sin categoría |
En apoyo de mi propuesta de la psicoterapia como un espacio ritual de transición y de la insistencia de que los profesionales acepten la ineludible necesidad de posicionarse de forma crítica y reflexiva ante las imposiciones culturales y sociales (y por supuesto familiares) que actúan contra la libre expresión en los individuos de sus emociones y deseos, he encontrado este párrafo de Erika Adánez (2022), en su libro «El Síntoma Patriarcal» que deseo compartir:
“Aunque los cambios acaecidos en un contexto de psicoterapia operan en un nivel individual, este espacio puede entenderse también como una herramienta de transformación social. Las ineludibles reformas sociales deben ampararse también en cambios que impliquen la conquista de la libertad individual.
Siendo la libertad uno de los pilares irrenunciables en el proyecto existencial de las personas, especialmente de aquellas que se encuentran bajo el yugo de la opresión, la psicoterapia debe perseguir su conquista, convirtiéndose en un instrumento de toma de conciencia, libre de dogmatismos e imposiciones, que permita a las mujeres -y a los hombres (añadido por mí)- el despliegue de su propia identidad. La relación terapéutica es un encuentro humano que debe promover el desprendimiento de rígidos lastres presentes en buena parte de los individuos de nuestra sociedad” (p. 23, Adánez, 2022).
Puede ser una imagen de 2 personas y pared de ladrillo
Marcelo Pakman comenta al post en Facebook:
Me permito recordar que el concepto de Práctica social crítica en psicoterapia fue introducido en forma escrita en el artículo “Education and Therapy in Cultural Borderlands: A Call for Critical Social Practices in Human Services”. M. Pakman
Published 1 March 1998, Journal of Systemic.
Abstract:
Boundaries between cultures could be seen as cultural events, fluid and open to change through reconstruction in interaction. These cultural borderlines are a fertile ground for a reflective therapy. In such a therapy we can see, through the eyes of the others, the cultural–ethnic–social dimensions we are made of, not as a mere context for an otherwise universal form of therapy, but as a necessary text to understand who we are. This situated and embodied form of therapy has a critical role to play counteracting the blindly ideological and bureaucratized forms of social engineering that shape most social services nowadays.”
Se publicó traducido y hay otro artículo anterior en español que incluye el concepto incluso en su título, “Pakman (1997) «Micropolítica de clase social en la vida familiar: La Terapia como Práctica Social Crítica”.

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