«Barbie» de Greta Gerwig (1ª parte)
En5 agosto, 2023 | 0 comentarios | Sin categoría |
Fui a ver Barbie este martes en los cines Renoir de Madrid. Quería conocer cómo Greta Gerwig, su directora, había conseguido reflejar en el film las presiones sociales de los modelos hegemónicos de género. Sin entrar en valoraciones cinematográficas, hay algunas líneas conceptuales que me parecieron muy interesantes y que quiero comentar en varios posts, del que este es el primero.
La primera cuestión, es la que hace referencia a la evolución de las muñecas infantiles, concretamente las diferencias entre las originales muñecas con morfología de bebés y las muñecas femeninas, entre las que destaca Barbie, y su conexión con las imposiciones y cambios de los hábitos y normas derivados de los modelos hegemónicos de maternidad y feminidad. A través del juego infantil, se proponen diferencias importantes para la mujer. La muñeca bebé preparaba a la niña lúdicamente para el ejercicio de la maternidad. La irrupción de la muñeca Barbie, como nuevo modelo de muñeca, implicaba un cambio importante pues, en su actividad lúdica, la niña deja de jugar a ser mamá y pasa a jugar con “lo femenino”, ya desligado de la maternidad y de la función heterónoma del cuidado del otro.
Este avance social, visto desde el juego infantil, se presenta como un triunfo y una evolución de lo femenino pero, en su formulación, contiene una trampa. El modelo que la muñeca Barbie impone, se convierte en un modelo construido en torno a una feminidad adolescente, vacua e ilusa.
Liberadas de la maternidad, las mujeres pueden desarrollarse en tonos rosa pastel. Es un modelo etéreo, donde lo estético destaca, donde la ansiada sororidad que propugna el feminismo se convierte en una inocua fiesta de pijamas, donde el dolor de pies por el uso de tacones está justificado. “Antes muerta que sencilla”.
El conflicto entre el alma materna y el alma erótica que destaca Ceriotti, psicoterapeuta italiana, en sus textos, se reduce y resuelve a través de la imposición de una de ellas sobre la otra. De la mujer como madre sacrificial, sin necesidades propias; a la mujer como cuerpo objeto de deseo. La radicalidad de estas opciones que se excluyen entre sí, no facilita un desarrollo de lo femenino adulto y maduro.
(Imagen. “Niña con muñeca de trapo” de Diego Rivera).
Puede ser arte de una persona

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