CREE EN LAS SEÑALES

Son muchos ya los lectores que querían saber el significado de las letras sueltas que aparecen entre los capítulos de mis páginas y es por esto que esta entrada va dirigida al respecto de esa pregunta.

Pero antes tengo algo que preguntarte yo a ti que estás leyendo esto:

Y tú, ¿crees en las señales?

Hay una comedia romántica que me gustó mucho en su momento y que siempre recordaré de una manera especial por el mensaje tan espiritual que traía de fondo. Hablo de la película Fools rush in (o Solo los tontos se enamoran en su versión en español) protagonizada por la actriz mexicana Salma Hayek y por Matthew Perry (Chandler, en Friends).

Dicha película narra la historia de amor y desamor de dos personas que proceden de dos culturas muy distintas, con formas de ver la vida completamente opuestas. Lo que comenzaba como una simple aventura de una noche, continúa con un embarazo inesperado y con los dos protagonistas enamorándose el uno del otro quienes, sin embargo, se distancian porque con el tiempo la convivencia, obviamente, no resultaba nada sencilla.

Ante dichas diferencias culturales y tras discusiones sin sentido, la chica huye de nuevo a México en busca de refugio, tranquilidad y comprensión y se instala en la casa de su sabia y anciana abuela. Mientras ella intenta sobrellevar su embarazo de la mejor manera posible, él pasa la mayor parte de su tiempo centrado en su trabajo, lo que le hace perder la pista de su paradero. Tras un intento fallido por olvidarla, empieza a extrañarla y a percatarse en infinidad de mensajes que le van apareciendo en el día a día.  Solo y cuando se da cuenta y aprende a interpretar el mensaje oculto de esas señales del universo es que las sigue y corre en su busca.

No quiero desvelar el final de la película pero, de alguna manera, esa película me marcó. Esa filosofía de leer, relacionar e interpretar todo lo que nos rodea se refleja en una personalidad profunda y para la gente altamente sensible como yo esas señales se convierten, a menudo, en sentimientos premonitorios.

La vida es como una película en la que cada uno es su propio protagonista y debemos aceptar las cosas que nos pasan tal y como vienen. Pero también debemos abrir los ojos y leer las señales que se nos ponen delante porque son las pistas que nos llevarán a un futuro mejor.

A la pregunta de mis lectores y siguiendo esa filosofía de «creer en las señales», que solo pueden interpretarse desde nuestro propio corazón,  vi la oportunidad de dejar a mis lectores un mensaje oculto, un juego de letras con el que pudieran completar una palabra e interpretar la intención final de mi poemario como una señal para sus propias vidas.

Así que si no conseguiste descifrarlo por ti solo, une las letras, forma una palabra y descubre cuál es el mensaje de este libro que, una vez más, se ha convertido en un pequeño rincón de reconocimiento de las emociones y de autoterapia.

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